Personajes fríos e inexpertos, como la actual titular de la dependencia, Yolanda Martínez, promovida en el cargo por su ex jefe y mentor político Luis Videgaray, hacen que la miseria y el rezago se perpetúen en las comunidades indígenas de la entidad, lamenta activista y político
David Méndez
Casos como el de la actual titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano de Oaxaca (Sedesoh), Yolanda López Martínez, son ejemplos flagrantes de que en la política oaxaqueña la primera bandera que se enarbola es la del nepotismo, el compadrazgo y el conflicto de interés, sentenció Daniel Ávila Serrano, ex integrante del Comité Ejecutivo Seccional (CES) de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y actual secretario de Organización del Partido Unidad Popular (PUP).
Entre pifias y desplantes cometidos en agravio de la gente pobre, López Martínez, de 35 años, tuvo un ascenso meteórico dentro de la política oaxaqueña, gracias al impulso de su mentor y padrino, el ex secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, de quien fungió como secretaria auxiliar de 2012 a 2016, con un sueldo anual de un millón 516 mil pesos, equivalente a 126 mil pesos mensuales.
“En la clase política de Oaxaca encontramos el nepotismo como primera bandera: antes, mis hijos; después, mis hijos y siempre mis hijos. Después, el compadrazgo, el conflicto de intereses: ‘tengo que meter a fulano porque ha sido mi sirviente durante muchos años y es una persona que me es leal’”, agregó el activista y político, en entrevista con Real Politik.
Veintiséis meses después del comienzo de la actual administración estatal, Ávila lamentó que los niveles de pobreza han ido al alza en la entidad, debido a los nulos resultados otorgados por Sedesoh, aunque resaltó que tales resultados no pueden interpretarse como una sorpresa, pues el régimen político de Oaxaca, tiene la misión de perpetuar la miseria y no permitir el progreso de los pueblos.
“El asunto de la pobreza no es más que la administración de las necesidades de la gente para que el Estado pueda seguir teniendo el control del poder, a través de las necesidades de las personas: el voto a cambio de una despensa, de una dádiva, de una lámina, un bulto de cemento, una varilla, y promesas, muchas promesas…”, analizó.
“Si el gobierno tuviera la sensibilidad de cambiar el estado de pobreza que se vive en Oaxaca, en las zonas marginadas, se le acabaría el coto de poder; la gente tendría libertad de pensamiento y ya no pensaría con el estómago”, sentenció.
La insensibilidad demostrada por los actuales funcionarios encargados de la política de desarrollo social radica, además, en que su perfil ideológico no tiene ninguna relación con los padecimientos del pueblo, agregó.
“Ellos no son los que van a transformar (al estado); el que va a transformar (al estado) es el mismo pueblo”, aseveró, uno de los creadores de Radio Plantón, durante el conflicto político social de 2006.
Consultado sobre los constantes desplantes exhibidos por la actual titular de Sedesoh, como el hecho de considerar una campaña de corte de cabello como parte de la política contra la miseria o incumplir ante el Congreso del Estado con la entrega de las metas que deberán cumplir en este año los programas sociales a su cargo, se limitó a responder que “da pena ajena” porque habla de que “están bien perdidos, de que no encuentran otra cosa más que la manipulación y la administración de las necesidades de la gente”.
–¿Qué opina de la llegada al escenario público de ese tipo de personajes; junior’s, recomendados, que no conocen de pobreza ni a la entidad?
–Esos cuadros serán respaldados por su familia, por la familia de la clase política, pero yo apuesto por el gran sector que tenemos, que son los hijos de los campesinos, los hijos de los indígenas que han salido a aprender, a conocer, a tener un perfil académico, pero que van acompañados con un perfil ideológico…
–Pero ellos no llegan a los cargos de decisión, interrumpió Real Politik.
–Para eso estamos trabajando, para hacer conciencia y nosotros creemos que sí, sí se puede.
Reiteró, sin embargo, que jamás una política asistencialista, como la que ha manejado por décadas el gobierno del estado y como la que pretende fortalecer el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, será la solución de la pobreza, pues volverá improductivos y dependientes del sistema a cada vez más mexicanos.
El cambio del país y de Oaxaca, anotó, debe comenzar a partir de un despertar social, con educación y el fortalecimiento de la cultura, pues cuando pase eso, los oaxaqueños no necesitarán “ni de mesías ni de cachorros” para progresar.
