El comando central del ELN explicó en un comunicado que el ataque contra la instalación militar fue una respuesta legítima al bombardeo por parte de las fuerzas armadas de un campamento de la guerrilla durante el recién concluido alto al fuego unilateral declarado por los rebeldes durante la Navidad.
Los comandantes rebeldes instaron además al Presidente colombiano, Iván Duque, a retomar las conversaciones de paz para evitar un mayor derramamiento de sangre.
Duque le ha pedido a Cuba que arreste a 10 comandantes rebeldes que han estado viviendo en la isla con su permiso en un fallido intento de impulsar conversaciones de paz que comenzaron en 2017.
El atentado con una camioneta cargada con 80 kilos del explosivo pentolita ya había sido atribuido el pasado viernes al ELN por la Fiscalía General y el Ministerio de Defensa, después de identificar al conductor del vehículo como José Aldemar Rojas Rodríguez, de 56 años, miembro de esa guerrilla.