El ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, asegura que los resultados del pasado proceso electoral tienen nombre y apellido; responsabiliza a Enrique Peña Nieto del desastre que vive su partido; demanda una comisión imparcial que conduzca el proceso para elegir a la próxima dirigencia nacional del tricolor
Lucero HERNÁNDEZ / Fotos: Alberto GÁLVEZ
En su última etapa del recorrido para promocionar su perfil rumbo a la dirigencia nacional del PRI, el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, aborda la situación del tricolor en Puebla, reconoce imposiciones, divisiones y fracturas, tema que, asegura, pondrá candados que impidan a las “vacas sagradas” mantenerse al frente.
Promueve consulta a la militancia, y defiende su trabajo como gobernador, desechando toda crítica y asegurando que cerrará una etapa de prácticas corruptas que llevarán al PRI a su mayor derrota electoral.
¿Por qué la aspiración de Ulises Ruiz para dirigir el partido a nivel nacional?
—Después de los resultados de la elección del 1 de julio, es obligado hacer cambios para refundar al PRI, corregir los errores que se cometieron, asumir las responsabilidades de quienes mal condujeron al partido, que no cumplieron las expectativas de los mexicanos. Proponemos a la dirigencia nacional que lance la convocatoria en febrero, seis meses antes como marca el estatuto para elegir al Presidente del Comité Nacional, que va a tener un periodo de 4 años, queremos que ese proceso sea consulta abierta a militantes y simpatizantes, que se instalen urnas en todo el país y que los militantes voten en todos los estados; queremos una comisión imparcial para que conduzca este proceso. Claudia (Ruiz Massieu) y los sectores de organización no tienen la legitimidad, ni tenemos la confianza en que dirijan un proceso importante como la elección del dirigente; que haya sanciones para quien violente reglas e incluso expulsarlo de la elección interna, pactar muy bien cuáles van a ser los gastos.
¿Confía en alcanzar el apoyo necesario?
—Bueno sacamos 9 millones 300 mil votos en la elección en el peor momento de la historia del partido con los errores que están a la luz pública y que comenta la militancia, con rechazo de 80 por ciento al presidente (Enrique) Peña, con escándalos de esta generación de la vergüenza: quienes no están en la cárcel están huyendo y unos están en gobiernos, en esas condiciones saca el PRI un tercio de la votación que no es despreciable porque con las imposiciones buena parte del PRI dejó de participar, otra parte votó por Morena o por el frente de (Ricardo) Anaya y otros priistas que aspiraban a ser candidatos y hubieran sido muy competitivos, rompieron con el PRI y se fueron a otros partidos. El priismo allí está, no aceptamos que se nos clasifique como el priismo de Peña Nieto, él es una parte del PRI, pero no es el priismo nacional.
¿Quién, quiénes o qué sería responsable de los resultados electorales?
—Dicen que la derrota es huérfana y yo no creo. Tiene nombres y apellidos y el principal responsable es el presidente Peña porque él impuso las candidaturas: Emilio Gamboa, César Camacho, Alejandro Moreno —gobernador de Campeche—, Jorge Murat y hasta Jorge Estefan Charbel andan abriendo candados; estoy convencido de que teníamos a los mejores candidatos que hubieran competido y probablemente hubieran ganado. Hay que corregir, cambiar el rumbo, candidaturas, todo el grupo de Peña es responsable directo de la derrota. No vamos a permitir que sigan secuestrando al PRI, que quieran dejar un PRI a modo, y vamos a presionar para que se abra el proceso.
Hay voces que lo señalan como quien no representa al buen priismo
—Tengo 40 años de militante. He sido delegado en 30 estados; conozco al PRI como la palma de mi mano. He sido subsecretario nacional con varios presidentes del Comité Ejecutivo Nacional, fui subsecretario con (Luis Donaldo) Colosio, he tenido cargos en Oaxaca, fui secretario de organización, secretario general, presidente del PRI… los cuatro años que dura el periodo en Oaxaca he tenido cargos de elección, fui diputado local, diputado federal, senador. Siempre fui a las urnas a competir y compito para el gobierno del estado con una coalición PAN-PRD-Convergencia. Yo le gano la gubernatura a Gabino Cué, ganó Oaxaca y ahí están los resultados, Gabino (Cué) debería estar en la cárcel y Alejandro Murat. Todos ellos no me ganan en obras. Soy un político de resultados a quien atacan por intereses y por el movimiento que generamos en el PRI.
Apliqué el Estado de derecho con la Constitución. No les gustó a algunos en Oaxaca, le daban dinero en efectivo a organizaciones sociales que coincidían con ser dirigentes magisteriales. Vivían en la impunidad. Todo lo negociaban, así fueran delitos probados de homicidio. Afecté intereses.
¿Cuál es su evaluación sobre la situación actual del PRI, la figura del ex gobernador Rafael Moreno Valle y su acuerdo con el priismo?
—Como en todos los estados hay divisiones y reclamos. Las imposiciones fueron en todos los estados, exceptuando candidaturas fuertes, que sí las hubo. Hubo imposiciones que fracturaron al priismo en Puebla y en todo el país. Yo no particularizo. Bienvenidos todos, menos los corruptos, siempre y cuando sean militantes del PRI o externos que se afilien.
Vamos a ir contra la última asamblea nacional para poner los candados: que cada quien demuestre su fuerza. Vamos a acabar con una práctica que funcionó 80 años y que es obsoleta. Se trata de que todo lo que se tenga que decir del PRI sea a través de votaciones y con eso vamos a resolver muchos problemas; otro punto es la recuperación de principios, funcionar como democracia nacional contemporánea. Que los caprichos no estén por encima y no pongan en riesgo la nación que hemos visto temblar con ocurrencias como la cancelación del aeropuerto.
¿Cuenta con el respaldo del ex gobernador Mario Marín para lograr la dirigencia nacional desde Puebla?
—Todos los cuadros del partido tienen derecho a participar en las candidaturas y cargos de dirigencia. A Mario Marín lo señalaron, pero nadie le probó nada. Nadie le probó desvíos de recursos o algún delito: cuando no prueban, no tienen porqué satanizarlos. A veces son acciones de campaña, son señalamientos en guerra sucia. No defiendo a nadie, pero cuando ya pasaste por tribunales, cuando ya tuviste un gobierno entre Vicente Fox y Felipe Calderón que fue cuando le tocó gobernar a Marín, cuando las investigaciones las hizo la PGR que dependía del PAN, no hay señalamiento que le pueda impedir a Marín ser un cuadro y participar en los procesos internos del partido.
Es un perfil que tiene cuadros en el estado. Mucha de la guerra sucia es la corrupción del gobierno de (Rafael) Moreno Valle: que hubo imposición de su esposa para la candidatura del gobierno del estado; parece que los estados del sureste se volvieron monarquías con decisiones y acuerdos para llegar a esas candidaturas. Además se tiene una posible anulación del proceso electoral en Puebla.
