Fue Bill Clinton el primer mandatario de peso que enfatizó el reto de extender internet y las nuevas tecnologías como antídoto de la brecha global. Lo hizo desde la Casa Blanca, Y, aunque es cierto que la banda ancha obra milagros, no puede suplir los efectos de una estrategia de cooperación errática e insuficiente. Los hondureños que cargan sus móviles en México, mientras huyen hacia EEUU, son el reflejo de un país devastado por la violencia, la pobreza y la inestabilidad política. Cinco países han levantado la voz por esta caravana. Antes guardaron silencio pese al declive de un continente con las venas rotas. Quienes marchan no son radicales centroamericanos. Son víctimas, como escribió Vargas Llosa, de las «monstruosas desigualdades» de América Latina.
