La madrugada de este miércoles la calle de Armenta y López, entre Hidalgo y Guerrero, en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, fue liberada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Después de estar cerrada dos años la calle de Armenta y López fue un espacio blindado por los integrantes de la Sección 22 del SNTE, que después de usó para distintos fines.
Durante años, el tránsito en esta calle, convertida en búnker del magisterio disidente, estuvo cerrada al tránsito de vehículos aunque en él se dio cobijo a los franeleros que estacionaban vehículos por una módica cuota.