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El PRI, sin rumbo y sin futuro

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Luego del rotundo fracaso en las urnas, el Partido Revolucionario Institucional se encuentra a la deriva, sin digerir aún el tsunami que lo arrastro y sepultó el domingo primero de julio. A dos semanas de esa avalancha, René Juárez Cisneros renuncia a la dirigencia nacional y deja al frente a Claudia Ruiz Massieu, ligada a Carlos Salinas de Gortari, y Rubén Moreira, uno de los gobernadores priistas más cuestionados, quienes conducirán los destinos del partido que un día gobernó todo México, que se despide del poder y ahora se encuentra en su peor crisis

 

Agencias

 

CIUDAD DE MÉXICO.- René Juárez Cisneros anunció la tarde del lunes 16 de julio su renuncia como dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tras sentenciar que la transformación futura del tricolor “debe ser del tamaño de la derrota actual”.

“¿Cuál es el futuro de nuestro partido?”, dijo en conferencia. Y deja el partido en la peor crisis de su historia, con derrotas contundentes y consecutivas desde que Enrique Peña Nieto se volvió Presidente de México.

“Quiero un PRI en el que decidan los militantes”, dijo. “En una actitud de congruencia y como decisión estrictamente personal, el día de hoy anuncio mi renuncia al CEN de mi partido”, anunció Juárez Cisneros.

Claudia Ruiz Massieu queda enfrente del PRI, y como secretario general del partido Rubén Moreira. Ella, ligada al ex presidente Carlos Salinas de Gortari; el otro, uno de los ex gobernadores más cuestionados por presuntos nexos con el crimen organizado o con desvíos de fondos.

“Llegué en una etapa difícil de la campaña, sin embargo acepté el reto consciente de su complejidad. Me entregué con pasión y recorrí todo el país, expresé mis ideas y mis sentimientos, y me mostré leal a mis convicciones de partido. Soñé en la victoria y pensé en ganar. Sigo pensando que el PRI es un partido que debe soñar siempre en la victoria”.

“Hoy veo un PRI alejado de sus bases. Un PRI en el que se ha infiltrado la simulación (…). Veo una militancia que demanda gestión social. Veo un PRI que debe acomodarse a la nueva realidad social. Veo un PRI con necesidad de refundarse, de volver a sus orígenes. Donde las cúpulas no decidan, que decidan sus militantes”.

“El reto ahora que enfrentamos nos exige una reflexión serena para entender la lección de la elección. Para regresar, al poder debemos aprender de la derrota. La militancia debe expresarse”, agregó.

Juárez Cisneros dijo que entrará a la fracción de su partido en la Cámara de Diputados en el lugar que tenga que estar, que los diputados priistas quienes decidan quién será su coordinador. “Serán ellos y solamente ellos quienes deberán elegir quién será nuestro coordinador”, indicó.

“En el PRI seremos oposición responsable y demandante que anteponga el interés de México”, dijo.

Llamó a no repartir culpas, sino a aceptar cada quien la parte que les corresponde de la derrota del partido. “Llegué a la dirigencia con la frente en alto, con la frente en alto me retiro”, añadió.

“Llegué a la dirigencia con la frente en alto, con la frente en alto me retiro”, añadió.

El 4 de mayo René Juárez tomó protesta como presidente del PRI, luego de que Enrique Ochoa Reza renunciara al cargo dos días antes. En su discurso de toma de protesta Juárez dijo que se enfocaría en la victoria de José Antonio Meade, entonces candidato Presidencial, y en la unidad del partido.

Tras la derrota el 1 de julio de Meade, en el mensaje conjunto con el ex candidato la noche de ese domingo, Juárez Cisneros dijo que su partido iniciaría un proceso de reflexión que tendrá como fin construir un nuevo PRI.

Luego, en un video, reiteró: “Hacia adelante, tenemos que construir un partido diferente, más cercano a la gente, más democrático, mucho más incluyente, donde se respete la militancia y donde los dirigentes y las dirigentes, desde abajo, desde la seccional hasta el Comité Ejecutivo Nacional y las candidatas y los candidatos, surjan de procesos democráticos”.

 

Rumbo perdido

 

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió el rumbo durante las elecciones. René Juárez Cisneros dimitió como presidente de la formación política después de permanecer al frente de ella durante dos meses y medio.

El rotundo fracaso del PRI al perder la presidencia, buena parte de su influencia en el Congreso y significativos liderazgos en el resto del país fueron la antesala de su renuncia. Juárez Cisneros dio el relevo a la ex ministra Claudia Ruiz Massieu, quien ha anunciado que se abrirá en las próximas semanas un proceso para la renovación de toda la directiva del partido.

Antes de marcharse Juárez Cisneros hizo una reflexión sobre los desastrosos resultados del PRI el pasado 1 de julio. “Haber ignorado las transformaciones político sociales de nuestro país nos llevó a donde estamos hoy. ¿Nos cambiaron porque no cambiamos?”, preguntó. El ahora ex dirigente reconoció que los cambios del PRI en los últimos años han sido, principalmente, cosméticos y que el partido del Gobierno se olvidó de sus militantes y dejó de escucharlos. “Quiero un PRI que interprete y entienda la realidad social”, añadió.

La selección de José Antonio Meade como candidato a la presidencia generó dudas y divisiones al interior del partido más antiguo de México. Meade, hombre de confianza del presidente Enrique Peña Nieto, no pertenecía al PRI por lo que su campaña mostraba las divisiones entre su equipo y los dirigentes del partido.

Para paliar las diferencias Juárez Cisneros asumió la dirigencia de la formación a dos meses de las elecciones, haciendo el relevó a Enrique Ochoa, que se había encargado de construir la candidatura de Meade. “Llegué en una etapa difícil de la campaña e hice todo lo que estuvo a mi alcance”, se justificó Juárez Cisneros.

Meade obtuvo apenas el 16% de los votos, muy lejos del 53% con el que Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones presidenciales. Durante su campaña, el antiguo ministro de Hacienda intentó influir en la estructura del PRI a través de las organizaciones que han apoyado históricamente al partido, sin mucho éxito.

La vapuleada imagen del partido prácticamente desapareció de los actos de promoción del candidato, incluso él mismo mencionó que los mexicanos debían poner más atención a los candidatos que a los partidos.

En las últimas semanas, los priistas han reconocido que la construcción de su partido debe hacerse democráticamente y sin ignorar las diversas voces entre sus militantes. “Quiero un PRI donde sus militantes nombren a sus candidatos y a sus dirigentes”, dijo Juárez Cisneros.

Como una última propuesta, el ex dirigente pidió a la nueva directiva que organice un proceso democrático para elegir a los nuevos líderes donde se eviten las decisiones verticales. El también ex gobernador de Guerrero ocupará en los próximos meses un asiento en la Cámara de Diputados.

 

Futuro incierto

 

“Quiero expresar mi reconocimiento y mi admiración a mi amigo René Juárez Cisneros”, dijo Claudia Ruiz Massieu quien destacó que Juárez Cisneros tuvo que tomar la dirigencia del partido a dos meses de la elección electoral. “El priismo le tiene gratitud eternamente”, señaló.

Claudia Ruiz Massieu ha anunciado que el PRI comenzará la renovación de su dirigencia, así como una reforma del partido.

“Habré de convocar a una comisión nacional, plural e incluyente que impulse la gran reforma del partido, una reforma cimentada en la unidad”, dijo. También llamó a la unidad de los militantes para que todas las expresiones del PRI tengan el derecho de aportar a la tarea de reformar al partido.

La ex ministra de Turismo y de Relaciones Exteriores ocupará el mismo cargo que su padre José Francisco Ruiz Massieu tuvo durante cuatro meses en 1994, antes de su asesinato.

“Asumo esta responsabilidad en el momento más complejo que hemos encarado en los años más recientes”, dijo la nueva presidenta del partido. Es probable que Ruiz Massieu también abandone la directiva de la formación política, ya que ha conseguido un lugar en el Senado por la vía plurinominal. “Soy una priista de la resistencia y forjé mi carrera desde la oposición”, aseguró.

Reconoció la labor de Juárez Cisneros y destacó que el priismo se queda en deuda con él al haber realizado una gran labor de unidad en un momento de adversidad.

«Quiero hacer un llamado al priismo, construyamos esa unidad desde la democracia interna, desde abajo hacia arriba, desde los estados hacia el centro, en donde todas las expresiones del PRI tengan el derecho, que también es el deber, a la tarea de reformar a nuestro partido”.

El futuro del PRI es incierto. Además de la reconstrucción moral de la formación, sus dirigentes se enfrentarán a un drástico recorte presupuestal. Los partidos políticos en México reciben financiación pública de acuerdo a los votos que reciben. El PRI perderá para 2019 el 27% de su presupuesto actual. Según el diario Reforma, Juárez Cisneros ha reconocido entre su círculo más cercano que ya existen dificultades económicas en el partido que le impiden pagar el sueldo de algunos de sus trabajadores. La crisis del partido es tal que su ahora ex presidente ha dirigido su discurso a quienes por años han respaldado a López Obrador. “Creo en un partido que acompañe a los más pobres de México”, ha dicho.

 

 

 

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