El pasado 12 de julio, antes de reunirse con los gobernadores del país y con el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Murat anunció que iría a pedirle duplicar o triplicar el presupuesto para Oaxaca en 2019; tras el encuentro, en el que el líder de Morena les explicó a los mandatarios que el objetivo primordial de su gobierno sería el combate a la corrupción, la demanda quedó en el obsequio de un libro; el gobernador oaxaqueño ha quedado atrapado por el tsunami del nuevo gobierno que iniciará el 1 de diciembre
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
La figura del gobernador Alejandro Murat está por redefinirse. A menos de cinco meses de que Andrés Manuel López Obrador asuma la presidencia de la República, los focos de la próxima administración federal están puestos sobre el estado debido a tres de las principales ofertas hechas por el líder del Movimiento de Regeneración Nacional durante su campaña: la disminución de la pobreza, la activación económica del sureste mexicano a partir de grandes proyectos de infraestructura y el combate a la corrupción.
Especialistas y políticos consultados por Real Politik prevén que sobre estos temas, en los que el Gobierno del Estado ha logrado pocos avances, el próximo presidente de México asumirá un fuerte liderazgo que colocaría al mandatario priista en un papel testimonial, de acompañante de los grandes proyectos, sin operadores en la Cámara de Diputados federal ni en el senado, con una mayoría contraria en el Congreso local y habiendo perdido la gran mayoría de los municipios en el estado. El tsunami López Obrador iniciará en Oaxaca con un gobernador cercado.
“Oaxaca va a estar en el ánimo de López Obrador esté quien esté en el Gobierno del Estado, Oaxaca ha estado presente en su imaginario, en sus decisiones, es el único que ha recorrido los 570 municipios, conoce el estado, acompañó a Gabino en el recorrido que hizo. Oaxaca fue uno de los estados donde tuvo una de las votaciones más altas”, señala Porfirio Santibáñez Orozco, sociólogo del Instituto de Humanidades de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), quien anticipa que entre las administraciones federal y estatal habrá desencuentros.
“Va a haber puntos en los cuales va a haber un choque, un encontronazo porque se tienen visiones diferentes, por ejemplo el asunto de la corrupción, eso va a tardar mucho en el estado porque es uno de los estados donde hay mayor índice de corrupción y también es uno de los estados donde hay mayor opacidad”, asegura.
El primer encuentro
Alejandro Murat, los gobernadores del país y el próximo presidente de México Andrés Manuel López Obrador sostuvieron su primer encuentro el pasado jueves 12 de julio, en la recepción que la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) preparó para el líder de Morena.
En la reunión hubo mensajes breves. “No fue advertencia, les informé que era la prioridad de mi gobierno”, explicó López Obrador sobre el combate a la corrupción que iniciará el 1 de diciembre. Les anunció también que propondrá al Congreso de la Unión una iniciativa que impedirá que un funcionario público tenga percepciones más altas que las del presidente.
“Si así lo deciden diputados y senadores, se va a reformar el artículo 127 de la Constitución para que ningún funcionario público pueda ganar más que lo que percibe el presidente de la República. Si no se replica en las constituciones estatales, pues ya va a ser una recomendación para que todos actuemos con austeridad”, dijo López Obrador.
Tras el encuentro, el gobernador publicó en su cuenta de twitter una fotografía en la que se le muestra obsequiando a López Obrador el libro Oaxaca, entre el liberalismo y la revolución de la historiadora Francie R. Chassen. “Resaltamos el potencial de Oaxaca como eje del desarrollo del sur-sureste”, escribió Murat en su mensaje.
La mañana previa al encuentro, Murat subió el tono de su discurso y dijo que le pediría al próximo presidente que duplicara o triplicara el presupuesto para Oaxaca en 2019. La solicitud no se concretó.
Sin aliados para mayor presupuesto
Murat desea recursos por 196 mil o 280 mil millones de pesos desde el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, pero su tarea será complicada, anticipa el diputado federal Francisco Martínez Neri.
Martínez Neri fue coordinador de la bancada perredista en la Cámara de Diputados federal desde 2016 y desde ese cargo tuvo un papel decisivo en la construcción de los presupuestos de egresos de los últimos años. Su experiencia le dice que un gobernador sin diputados que funjan como operadores, como lo será Murat en San Lázaro, implica un grado de dificultad alto para negociar.
“Se va a dificultar, viéndolo ahora desde el punto de vista del gobernador hacia la Federación, porque los grandes gestores de los recursos para los estados son los diputados federales, es una facultad exclusiva, al no tener un solo diputado en la bancada del PRI, el gobernador tendrá que hacer un trabajo personal con los diputados de su partido que le puedan ayudar a nivel nacional, y desde luego estableciendo buena relación con el presidente y los secretarios de Estado.
“Las grandes discusiones para la asignación del presupuesto se dan en torno de los grupos de poder que se generan en la Cámara de Diputados.
“Siempre hay un trato inclinado hacia las personas de las bancadas que tienen relación con quienes mantienen el poder, esa es una cuestión lógica, natural, yo esperaría que no se acentúe tanto esto, si bien es cierto tampoco creo que se vaya a terminar, pero creo que debe prevalecer el buen juicio, el criterio del desarrollo y el buen uso del dinero para que la Federación pueda atender los problemas del estado”, asegura Martínez Neri.
Murat, no obstante, se verá beneficiado por la decisión del próximo presidente de concretar obras que se han convertido en “barriles sin fondo” como las supercarreteras, que después de 18 meses de la nueva administración estatal se mantienen estancadas.
“La voluntad del presidente es decisiva para que se concrete una obra. Sin duda el presidente establece las prioridades, el que se vincula con los secretarios, de Hacienda, de Comunicaciones, con el Gobierno del Estado, no cabe duda de que habrá una incidencia muy importante de Andrés Manuel para concretar esa obra”, asegura el integrante de la LXIII Legislatura federal.
Combate a la pobreza
Por el bien de México primero los pobres, la frase de López Obrador señala directamente hacia Oaxaca, donde el próximo presidente cuenta con una de las bases sociales más importantes para su movimiento y donde encontrará uno de los retos principales de su gobierno, la disminución de los índices de pobreza.
Del Proyecto de nación 2018-2024 se extrae la cifra del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que en 2016 reportó que en México 53.4 millones de personas se encuentran en situación de pobreza, es decir, 600 mil personas más que en 2010. En pobreza extrema aún existen 9.4 millones de mexicanos, de los cuales más de un millón radican en el estado.
De igual forma en el país, 21.3 millones de personas se encuentran en rezago educativo, 1.1 millones en Oaxaca.
Santibáñez Orozco resalta que López Obrador ha dejado clara cuál es su visión de Oaxaca. “En alguna ocasión dijo que Oaxaca era un estado rico que tenía la desgracia de tener gobiernos corruptos o gobiernos que se llevaban el dinero, no realizaban las inversiones que llegaban, Oaxaca es un estado que tiene una presencia nacional importante, veo los índices de pobreza y marginación que hay en el estado, pero por sus habitantes tiene una riqueza que no se ha sabido entender y dirigir.
“Cuando López Obrador dice que Oaxaca es un estado de gente trabajadora, habla de que ha faltado dirección para el desarrollo del estado, conocimiento del estado, transparencia y honradez, tiene razón López Obrador, el tsunami obedeció a eso, la gente le compró la idea de la honestidad, del combate a la corrupción y hasta ahora, según la mayoría de los análisis que he visto la gente votó en contra de la corrupción”, señala el sociólogo.
Acatar la ley
A la lista de pendientes extensa, el gobernador Alejandro Murat debe sumar a la agenda que deberá tratar con el próximo presidente de México un tema que significará un choque con la política que ha defendido desde que asumió el Poder Ejecutivo de Oaxaca, la reforma educativa.
El conflicto de Murat con el magisterio oaxaqueño se hizo visible desde el primer minuto de su gobierno. El gobernador tuvo que dar un albazo y tomar protesta en la sede de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión ante la amenaza de protestas del magisterio, que lo acusaba de ser un artífice de la reforma educativa.
Durante su gobierno, a pesar de algunos traspiés, el gobernador ha defendido la reforma aprobada como parte del Pacto por México. Apenas el 2 de julio pasado, un día después de la elección, el gobernador se pronunció sobre la oferta de López Obrador de cancelar la reforma educativa: «Nosotros seguiremos aplicando la ley y seguiremos trabajando a favor de nuestros hijos, de nuestras familias y, por supuesto, con respeto a los maestros», aseguró.
Murat más tarde aclaró que conoce cuál es su función en el tema educativo: cumplir la ley. Acatará la ley sí hay reforma educativa y acatará la ley si ésta la cancela.
Ante legisladores electos de la coalición Juntos Haremos Historia, López Obrador presentó el 11 de julio una serie de iniciativas que enviará a la Cámara de Diputados una vez tome protesta como presidente de la nación, entre ellas la que cancela la reforma educativa y la que garantiza el acceso universal a la educación universitaria.
Asimismo, el futuro secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, se pronunció ya por retirar el carácter punitivo de la evaluación que se estableció con la modificación de la Ley del Servicio Profesional Docente.
“El Gobierno del Estado ha mantenido de acuerdo a sus declaraciones el término respeto a la ley, no obstante en el diálogo se tienen que construir varios puntos y al parecer el gobernador del estado ya dio visos de querer avanzar en lo que se vaya a manifestar a partir del primero de diciembre, en ese marco los gobiernos se rigen bajo la legislación federal”, asegura WIlbert Santiago, secretario de Propaganda de la Sección 22 de la CNTE.
“El Gobierno del Estado tendrá que movilizarse para atender en foros la construcción de la educación alternativa a partir del PTEO”. En la reforma educativa a Murat no le quedará otra que acatar la ley, la ley que dictará ahora un presidente con una visión de Oaxaca muy distinta a la que él ha defendido.