Afecto y distanciamiento, es lo que ha prevalecido entre el actual puntero de la contienda presidencial y el magisterio disidente; la eventual cancelación de la reforma educativa los une, pero los confronta el apoyo político que el tabasqueño recibe del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la antítesis de la Coordinadora; en la Sierra Juárez, Obrador solicitó lo impensable: la unificación temporal de ambos grupos, algo que de inmediato fue repudiado por los disidentes
Alonso PÉREZ AVENDAÑO
Alimentación para estudiantes de zonas marginadas, becas para estudiantes de nivel medio para evitar la deserción, universidad pública gratuita para todos… ninguna de las ofertas que Andrés Manuel López Obrador realizó en Guelatao de Juárez el pasado 12 de mayo recibió tanta atención por parte de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) como la que les garantizó que, de llegar a la Presidencia, la reforma educativa, su enemiga número uno desde 2012, sería cancelada.
“Habrá, como aquí se demandó, justicia para todos los afectados por la imposición de la mal llamada reforma educativa, habrá justicia para cesados injustamente, para presos políticos y para víctimas de la violencia”, expresó el candidato presidencial ante una plaza de ceremonias repleta.
López Obrador, no obstante, pidió a los maestros una cláusula de amor y paz: “Tenemos que unirnos todos, dejen para después los pleitos, unidad, un solo movimiento, un sólo partido, el de la transformación de México, ya cuando pase la elección, de nuevo que cada quien agarre su organización, su partido”, expresó. La unidad a la que se refería era la de la Coordinadora con el Sindicato, la de la CNTE con el SNTE. La petición tuvo respuesta.
Durante el lunes y martes el magisterio oaxaqueño se manifestó multitudinariamente en la capital del estado. Su líder, el secretario general del comité estatal, Eloy López, descartó que un triunfo del Movimiento Regeneración Nacional signifique que ellos terminen su lucha.
Aunque López Hernández aseguró que después del 1 de diciembre quienes impusieron la reforma “se irán a la chingada”, rechazó que pueda haber un acuerdo para dejar de manifestarse en Oaxaca, pues sus demandas van más allá de una elección presidencial.
Previamente, Wilbert Santiago, vocero del magisterio oaxaqueño, descartó que el llamado de López Obrador a terminar las diferencias con la SNTE tengan eco en la base magisterial oaxaqueña.
Santiago se desmarcó de los vínculos que ha creado López Obrador con el SNTE, el principal de ellos, con el exlíder nacional, Rafael Ochoa.
“Hemos remarcado que todos los charros, incluyendo a Elba Esther Gordillo Morales y a Rafael Ochoa, no merecen el apoyo de la Sección 22 y nosotros desconocemos a esas personalidades en la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación».
El amorío y el decálogo
Los anuncios a favor del magisterio fueron una constante en los discursos del tabasqueño durante toda la semana. El martes 15 de mayo en Río Verde, San Luis Potosí, anunció que usará sus facultades como titular del Poder Ejecutivo para que no se aplique ninguna acción en contra del magisterio y enviará una iniciativa de reforma a todas las leyes, a los artículos de la Constitución que afecten a los maestros. En ambas ocasiones tuvo tiempo para denostar a los que considera sus enemigos, los integrantes de la organización Mexicanos Primero.
“Ellos son los que están financiando la guerra sucia, Claudio X. González, su hijo y otros, pero yo no voy a caer en ninguna provocación”, sentenció.
Los compromisos de López Obrador con la educación se concentraron en un decálogo, que incluye que la educación pública se fortalecerá; no es un privilegio sino un derecho del pueblo; dos, dar alimentación a alumnos de educación básica en zonas marginadas; tres, beca mensual para estudiantes de nivel medio superior para evitar la deserción; cuatro, ningún estudiante será rechazado de universidades públicas; cinco, fortalecer las escuelas normales y a la Universidad Pedagógica Nacional para actualizar y mejorar la calidad educativa.
El punto seis señala que se cancelará la reforma educativa; siete, junto a maestros, padres de familia y expertos, se realizará un plan educativo que sí mejore la enseñanza; ocho, respetar la independencia y autonomía del magisterio; nueve, retomar la propuesta en educación de cada entidad e impulsar la educación indígena; 10, cancelar las cuotas de mantenimiento e invertir recursos públicos para infraestructura educativa. Además habrá internet público en todo México.
Critican plan en Oaxaca
Mexicanos Primero aprovechó el contexto del Día del Maestro para resaltar que en Oaxaca hay cifras alarmantes sobre el mal estado de la educación y que el único camino viable para salir del atolladero es la reforma educativa que Morena busca cancelar.
realizado evaluaciones como PLANEA, las faltas acumuladas de 2011 a 2017 suman 122 días sin clases, el 92% de docentes no localizados en su centro de trabajo son de Oaxaca (6,784 docentes en 9,807 plazas) y en 2016 la Auditoría Superior de la Federación detectó gastos fuera de norma por 324 millones, entre los cuales se encuentran pagos ilegales a 143 docentes comisionados a la Sección 22 y a otras 87 personas que laboran en otras dependencias del estado.
Asimismo resaltó que las denuncias judiciales han sido eficaces para impedir que los maestros falten a la escuela en Oaxaca, como ocurrió en el caso de tres estudiantes “y sus valientes familias” que se inconformaron contra autoridades que no iniciaron procedimientos para separar del cargo a los docentes de Oaxaca que faltaron injustificadamente en el paro magisterial del ciclo escolar 2014-2015.
Desde la interposición de ese amparo, señaló la organización, “ninguna de las 3 escuelas ha vuelto a involucrarse en un paro magisterial”.