Considerado como uno de los proyectos estrella de su administración, el gobierno de Gabino Cué Monteagudo gastó 600 millones de pesos en la ejecución del Sistema Integral de Transporte de Oaxaca una obra que, hoy, es calificada como deficiente e inoperable por la Secretaría de Vialidad y Transporte. Pese a lo anterior, las actuales autoridades estatales se niegan a informar sobre los procesos judiciales que existen en contra del ex secretario de Administración, Alberto Vargas Varela, quien fue el encargado de coordinar los trabajos y, por ende, disponer de todos los recursos que le fueron ministrados al fallido plan
David Méndez
El proyecto del Sistema Integral de Transporte (SIT), que en su momento fue conocido como Metrobús y, luego, como Sitibús, y en el que el gobierno de Gabino Cué Monteagudo gastó 600 millones de pesos es deficiente e inoperable, reconoció la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra).
Aun con ello, el gobierno del priista Alejandro Murat se niega a cancelar el proyecto, que se ha traducido en uno de los mayores quebrantos provocados por la anterior administración, y analiza un “rescate” para echarlo a andar en el transcurso de este año, a pesar de que eso representaría mayores inversiones en detrimento del erario público.
Las obras, tal y como las programó la anterior administración, fueron concluidas totalmente en 2017 a un costo promedio de 70 millones de pesos por cada uno de los 8.5 kilómetros que la integran; sin embargo, registran múltiples problemas que hacen imposible su funcionamiento, reconoció el subsecretario de Planeación y Normatividad de Sevitra, Alejandro Villanueva.
Carriles, inservibles
Los más graves errores radican en los carriles a contraflujo, pues logísticamente son inservibles debido a que carecen de la infraestructura necesaria para salvaguardar la integridad de la población; de hecho, si se concreta el funcionamiento del nuevo sistema de transporte, el avance en sentido contrario será eliminado del esquema, confirmó el funcionario.
“Se hizo un diagnóstico y se determinó que el contraflujo era peligroso, y se tuvo que eliminar. Todos los contraflujos de México tienen una forma de proteger al peatón; aquí no la hay. Mientras no hagas eso, es peligroso y no queremos comprometer ninguna vida”, reiteró Villanueva.
Esto, sin embargo, ha causado el primer gran conflicto de logística para las actuales autoridades, pues los paraderos instalados sobre el camellón central del Periférico Sur, entre el parque de El Amor y el parque Madero, fueron habilitados pensando, precisamente, en que las unidades correrían en contraflujo los más de dos kilómetros de distancia entre ambos puntos.
Con la alteración de la ruta, los pasajeros tendrían que descender y ascender sobre el arroyo vehicular, justo en el carril de alta velocidad, por lo que el actual gobierno deberá contratar a una empresa que adecúe el acceso a los paradores.
–¿El actual gobierno le va a enmendar la plana al gobierno de Gabino Cué?, cuestionó Real Politik.
–Claro. Muchos espacios que se dejaron en blanco se tienen que corregir; se tienen que rellenar. La empresa que nos ayudó (con asesoramiento) de la Ciudad de México –WRI—habló de hacer unas bahías para que el camión, al llegar a la parada, (se incorpore al otro carril del Sitibús) en sentido contrario y pueda hacer el ascenso y descenso.
–¿Cuál es la situación de la obra?
–Está terminada a como contrató la administración pasada, (pero) esta administración dice que esto no está al 100 por ciento para poder operar.
–Como lo contrató el gobierno (de Gabino Cué), ¿es inviable, inoperable el Sitibús?
–No quiero decir eso porque se oiría muy drástico. Al plan como lo hizo (el gobierno pasado) le faltaron muchos espacios qué rellenar para poder ser operable. Tal cual lo entregaron no es operable; eso sí lo puedo declarar, dijo Villanueva.
El colmo: terminal, sin
acceso para autobuses
De acuerdo con Sevitra, el Sitibús careció, desde el principio, de una planeación eficaz, pues, a pesar de la inversión multimillonaria que recibió, que se compara con la de proyectos como los de Pachuca o, incluso, la Ciudad de México, la propuesta jamás fue socializada ni con la población ni con los concesionarios de transporte. Fue echado a andar prácticamente sin bases técnicas y sin la anuencia, al menos, de los ciudadanos que habitan en las zonas de influencia.
–Voy a dar un ejemplo: Se compró una terminal en Xoxocotlán que se hizo y se terminó; sin embargo, enfrente (de la terminal) hay un terreno que está cercado, que impide la movilidad de los camiones; no se puede entrar.
>Creo que cuando se empezó a construir la obra, ese terreno estaba baldío, pero ya salió un dueño y puso una cerca e impide que se pueda tener movilidad, es una de las cosas que impiden que tenga operatividad el sistema. Otro ejemplo es la destrucción de los paraderos: se hizo un contrato, se pusieron los paraderos, pero como no se ha echado a andar el sistema, están destruidos. No destruidos ni por gobierno ni por las inclemencias del tiempo, han sido vandalizados, eso impide la operatividad. Se tiene que ver la manera de que se tengan esos paraderos.
Abandono y destrucción
Una vez más, como lo hizo hace seis meses, Real Politik realizó un recorrido a lo largo de la ruta contemplada en lo que fue anunciada como la primera etapa del Sitibús, que abarca de Viguera, al poniente de la ciudad, al municipio conurbado de Santa Cruz Xoxocotlán.
Los reporteros pudieron constatar que decenas de paradores han sido literalmente arrancados de los puntos en los que fueron colocados; otros, los que aún quedan, han sido grafiteados y se han convertido en tiraderos de basura. Los menos se conservan, aun con el abandono.
Por si eso fuera poco, varios tramos del “carril” confinado se han llenado de baches y las boyas metálicas y divisores de carril sintéticos que fueron instalados a ras de piso para que los automovilistas no invadan la ruta –sobre todo en los dos kilómetros comprendidos entre las estaciones de parque Madero y parque del Amor–, tampoco existen; todo ello, deberá ser repuesto por el gobierno.
Según el último corte hecho por las autoridades, al menos 25 de los 75 paraderos que conforman el trayecto del Sitibús han sido “destruidos” o “vandalizados” y más del 70 por ciento de los divisores del carril confinado han sido desprendidos por el paso de vehículos.
–¿Se pondrá en funcionamiento el Sitibús?, se le preguntó a Villanueva.
–Yo creo que sí se podrá poner en funcionamiento; hay las partes, las ganas de hacerlo de parte de nosotros, de parte del Gobernador, principalmente, que lo que se quiere es un transporte digno para los usuarios, y los usuarios quieren esto; sabemos que lo necesitamos.
–¿Sirve esta obra? Diversos colegios de arquitectos afirman que está mal hecha, comenzando por la ruta, que no abonará al mejoramiento de la movilidad, y terminando por las divisiones de concreto hidráulico y asfalto que hicieron en una misma calle.
–Esa división de concreto con pavimento está en la Ciudad de México, está en todos lados; sirve. Se omitieron muchas cosas, sí, pero se tienen que corregir por el bien de los usuarios; se tiene que corregir y se tiene que echar a andar. >Yo no me he topado con ningún usuario que me diga que no quiera viajar de Xoxocotlán a Viguera en 30 minutos. Todos los usuarios lo quieren.
El proyecto, durante el sexenio pasado, estuvo a cargo de la Secretaría de Administración, que encabezó Alberto Vargas Varela, uno de los ex funcionarios que más señalamientos de corrupción tiene en su contra, pero que no ha sido citado a declarar en ninguna ocasión por el actual gobierno priista; la Fiscalía General de Justicia tampoco lo ha mencionado en las indagatorias que ha abierto en contra de funcionarios del sexenio anterior.
Precios inflados
El Sitibús de Oaxaca ha recibido una inversión de 600 millones de pesos, de acuerdo con informes proporcionados por la Secretaría de Administración. Si esta cantidad se divide entre los 8.5 kilómetros que conforman el circuito, el precio por cada kilómetro es de 70 millones de pesos; es decir, por cada metro, hasta hoy inoperable, los oaxaqueños han pagado 70 mil 588 pesos.
El Macrobús, de Guadalajara, inaugurado en 2009, tuvo un costo por kilómetro de 50 millones de pesos y fue desarrollado en menos de un año; el Metrobús, de Monterrey, tuvo un precio de 54 millones de pesos por kilómetro y continúa en vías de expansión; la Línea 1 del Metrobús de la Ciudad de México, cuyo costo fue de 28.5 millones de pesos por kilómetro, mueve en la actualidad a 500 mil usuarios.
En el caso de Oaxaca, una de las argumentaciones más utilizadas por la pasada administración para justificar el costo del proyecto fueron las adecuaciones con concreto hidráulico hechas al carril confinado de la ruta; sin embargo, según cotizaciones de empresas constructoras de Puebla, un kilómetro de concreto hidráulico de carretera tipo A-4, con más de tres carriles por sentido, asciende a 60 millones de pesos, incluidos material de óptima calidad y los costos de las adecuaciones, correctivas y de mejoramiento, para su buen funcionamiento.
A partir de esos números, las erogaciones por colocar concreto hidráulico de la misma calidad sobre los dos carriles del Sitibús a lo largo de sus 8.5 kilómetros de trayecto, debieron tener un tope máximo de 170 millones de pesos.
Otras cotizaciones, sobre todo de empresas ligadas a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ofrecen rebajar el costo de cada kilómetro, de acuerdo con el convenio.
Si se suman los gastos por la colocación del concreto y las adecuaciones del carril confinado, y el de la compra de los 43 autobuses marca DINA, valuados en 120 millones de pesos, con los que en teoría se cubriría la primera ruta del Sitibús, las erogaciones hechas por el gobierno ascenderían a 290 millones de pesos; es decir, los rubros más costosos del proyecto serían sufragados con menos de la mitad de la inversión final que reportaron las autoridades.
A lo anterior, únicamente habría que sumar la colocación de paraderos y la construcción de las bases de operaciones en Santa Cruz Xoxocotlán y Viguera.
–¿Cuánto costó el proyecto?
–No me gustaría decirlo para no equivocarme.
–¿Vale lo que haya costado?, ¿está justificado lo que se recibió como obra con lo que se erogó?
–No sería mi lugar juzgar. No soy constructor, no sé lo que cuesta la construcción, el pavimento hidráulico, el cemento hidráulico…
—Como especialista, con los precios a los que seguramente tuvo acceso a partir de los estudios que han realizado.
–No me gustaría comentar, sinceramente, porque no es mi papel.
–Pero es un proyecto deficiente
–Sí es un proyecto deficiente que necesita más trabajo, que es lo que estamos dispuestos a hacer
–Del 1 al 100, considerando que 100 sea óptimo, ¿qué tan listo entregó el gobierno pasado el Sitibús para entrar en funcionamiento?
En cuestión de infraestructura, en un 80 o 90 por ciento. En cuestión de operatividad, no llegaba ni al 10 por ciento.
Proyecto, a Contraloría
En la actualidad, los expedientes del Situbús han sido turnados a la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental para que corrobore la correcta aplicación de los recursos.
Sin embargo, de acuerdo con Sevitra, ello no busca detener el proyecto, sino únicamente constatar la correcta ejecución de los montos económicos que le fueron destinados a la obra.
¿Es una auditoría lo que está haciendo Contraloría?
—Yo no puedo decir eso. Sería una pregunta con Contraloría. Sé que está checando diferentes cosas en cuestión de Sevitra, pero, la verdad, yo no puedo decir. La obra nunca la hemos tenido nosotros, dijo Villanueva.
La Secretaría de Administración notificó que el Sitibús estaba ya en terreno de Sevitra.
–No. Nosotros no tenemos ni papeles ni planos ni costos. No lo hemos tenido desde el año pasado.
Real Politik solicitó el jueves una entrevista con el titular de la Secretaría de la Contraloría, José Ángel Díaz Navarro, pero su vocera, Maira Ricárdez, respondió que se encontraba en la Ciudad de México. Pidió al reportero esperar la confirmación del encuentro, pero hasta el sábado no había existido contacto.
A pesar de la aseveración de que Sevitra no tenía injerencia actualmente en el proyecto, el subsecretario de Planeación y Normatividad de la dependencia, Alejandro Villanueva, dijo después que la propia Secretaría de Vialidad y Transporte, la Secretaría de Administración y la Secretaría Técnica del Gobierno del Estado darán inicio con la licitación de la Gerencia del Proyecto; es decir, la empresa que fungirá como responsable de la operatividad del Sistema Integral de Transporte de Oaxaca.
El ganador del contrato, que deberá quedar definido a más tardar en febrero, se encargará de autorizar la tarifa por viaje y decidir qué porcentaje de ella le corresponderá tanto al gobierno de Oaxaca como a los concesionarios del transporte público; deberá, también, coordinar las adecuaciones que se realicen a las instalaciones.
–Al proyecto entró un factor importante, un ejecutor importante que es Contraloría.
>(Los procesos de operación del Sitibús) se han parado (parcialmente) por el hecho de que Contraloría está revisando todos los recursos. (Los trabajos) no se han parado al 100 por ciento, pues se han tenido reuniones con la Secretaría de Finanzas, con la Secretaría de Administración y con Sevitra y se ha tomado la decisión de contratar a una empresa que se va a encargar de manejar la Gerencia del Proyecto.
>Se platicó con algunas empresas: ya se tienen nombres, ya se tienen presupuestos y ya se tiene dinero (para contratar). (El recurso) es el remanente que había para el sistema integrado, que era el gobierno federal y se dio para este proyecto.
¿Cuándo esperan hacer esa licitación?
–Durante los primeros dos meses de este año.
¿Por qué se va a hacer la licitación cuando todavía está el proceso de Auditoría?
–Porque hay un recurso que se tiene que utilizar en el proyecto y ese recurso lo queremos utilizar para hacer el proyecto operativo. No queremos cometer el error de hacer infraestructura cuando no tenemos la operatividad al 100 por ciento.
¿Cuál es el remanente que ocuparán en eso?
–Eso sí me gustaría que lo platicaras con Finanzas.
¿Cuál es el aproximado?
–Eso lo manejó Administración y lo tiene Administración, aquí me puedo equivocar en cantidades y puede salir contraproducente.
En julio del año pasado, Sevitra había anunciado la apertura del proceso de licitación de la Gerencia del Proyecto y en aquel momento reportó que ocho empresas estaban interesadas en participar en el concurso, entre ellas Cal y Mayor, la empresa contratada por Gabino Cué Monteagudo para elaborar el proyecto del Sitibús, hoy considerado como inoperable.
Cal y Mayor, según Sevitra, hizo dos propuestas para poder hacerse de la Gerencia del Proyecto.
También mostraron interés Logistica Informática y Transporte en Puebla (Logit), así como Urbanismo y Sistemas de Transporte (Ustran), FOA, DON y ADHOC; las cuatro, de la Ciudad de México.
Estimaciones no confirmadas, otorgadas por funcionarios de la Secretaría de Administración, calculan que cualquiera de las empresas que gane la licitación se echará a la bolsa alrededor de 70 millones de pesos.
Desde noviembre pasado, permanece en prisión Carlos Moreno Alcántara, uno de los titulares de Sevitra durante el gobierno de Gabino Cué, personaje que podría explicar el porqué de las deficiencias documentadas en lo que pretendió ser la acción de política de movilidad más contundente de los últimos sexenios.
