En Nuevo León, el gobierno local, encabezado por Jaime Rodríguez Calderón, estalló en contra de la Auditoría Superior del Estado (ASE), luego de que en la revisión de las cuentas públicas de 2016, el órgano realizó más observaciones sobre irregularidades administrativas, y hasta penales, al gobierno de El Bronco, de las que en su momento hizo, en 2013, 2014, 2015 a su antecesor priista Rodrigo Medina.
La reacción, vino del secretario de Gobierno, Manuel González Flores, quien tuvo que dar la cara por su jefe, porque éste se encontraba en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y retó a los auditores de la ASE a una discusión pública, teniendo como testigos a ciudadanos y al Congreso local, para dilucidar quién tiene la razón, puesto que asegura que en el tiempo y forma aclararon en 410 mil hojas todas las observaciones y acusó al organismo de querer “amedrentar” al gobierno independiente, sirviendo a los intereses del PRI y el PAN.