Su paso por la Universidad Autónoma de Chapingo fue un parteaguas en su vida.
Cuando comenzó sus estudios en ingeniería en Irrigación, Azael May no se imaginaba que, años después, ejercería como profesor asistente de la Facultad de Agricultura Internacional y Estudios Alimentarios de la Universidad de Agricultura de Tokio (NODAI), institución donde también cursó su maestría y doctorado.
A los 14 años, dejó la casa de sus papás, en Huajuapan de León, Oaxaca, para vivir y estudiar en la preparatoria de Chapingo junto con David, su hermano gemelo.
«Haber ingresado a Chapingo fue un factor muy importante para desarrollarme tanto académica como personalmente: me ayudó a formar mi carácter y me proporcionó las herramientas para crecer no sólo en la carrera, sino también en el aprendizaje de idiomas, en los deportes -tae kwon do y basquetbol-, así como en brindarme la oportunidad de seguir estudiando», cuenta.
«Con cuatro hermanos, estudiar hasta la universidad se veía muy difícil, pero gracias al sistema de becas de la universidad, que incluye alimentación, exención de la colegiatura y un monto mensual para hospedaje, pude seguir».
May estudió inglés formalmente hasta la prepa, y en la universidad cursó seis semestres de japonés.
En 2005, durante el último año de la carrera, hizo una estancia preprofesional en NODAI, y en 2010 regresó a la capital japonesa a estudiar sus posgrados, becado por el Gobierno nipón.
«El reto más grande es el idioma y la cultura japonés, acoplarse a una sociedad que difiere mucho de la de México. Aún batallo con el idioma, aunque he mejorado desde que empecé a trabajar, porque mis estudios de posgrado fueron en inglés».
Las satisfacciones, afirma, han sido muchas y compensan el sacrificio de estar lejos de sus padres y hermanos.
«Aquí conocí a grandes amigos y a mi esposa, ahora también tengo un hijo, son una gran bendición».
Antes de visitar Japón, May sólo había salido una vez del País. Fue un viaje en autobús, recuerda, desde Chapingo a Estados Unidos, para visitar obras y distritos de riego.
Además de trabajar como investigador en NODAI, el mexicano coordina Re-Inventando Japón, programa gubernamental que busca estrechar los lazos de cooperación académica entre la institución nipona y distintas universidades latinoamericanas.
Aunque desea mantener su estadía en el país asiático, no descarta regresar a México.
«Si después de este programa, que dura hasta 2020, no se pudiera (continuar), me encantaría volver a Chapingo y colaborar en la formación de ingenieros agrónomos».