En Oaxaca, los asalariados están muy lejos de alcanzar el salario ideal de 11 mil 291 pesos mensuales que propone el Coneval para atender sus necesidades más apremiantes, actualmente su percepción mensual es apenas de 2 mil 401.2 pesos al mes. El organismo señala que en México siete de cada 10 personas padecen pobreza por ingresos y considera necesario incrementar 4.7 veces el salario mínimo. La situación es tan grave que el sector privado del país propone aumentar de manera urgente los mini-salarios
Flor HERNÁNDEZ
Tras 25 años de trabajo como dependienta de una tienda del centro de Oaxaca, Norma vive con un salario mínimo que “estira” todas las quincenas para que ella y sus hijos puedan comer, transportarse, pagar servicios y enviar a uno de ellos a la secundaria y otro más a la preparatoria.
La tarea no ha sido fácil. Desde que decidió ser madre soltera ha tenido que hacer frente a un tope salarial que en 2017 suma 80.04 pesos. “El mínimo” alcanza para sobrevivir, afirma la madre trabajadora.
Quincenalmente acude a la tienda comercial que promete los mejores precios y que además, está cercana a su hogar, lo que le permite ahorrar en el pago de transporte. Ahí, compra lo indispensable, por lo que habrá de pagar no más de 450 pesos: tres litros de leche: 45 pesos; un cuarto de jamón, 20 pesos; dos kilos de frijoles y dos de arroz, 82; medio kilo de quesillo, 45; pastas, 30; huevos, 40; dos kilos de tomate, 25; uno de cebolla, 20 pesos; papel higiénico, 40; jabón para lavar, 40; jabón de baño, 15 y cereal, 35.
Diariamente adquiere un kilo de tortillas por el que paga 14 pesos, y en transporte de ella y sus hijos, gasta 42 pesos.
La diversión en su familia consiste en salir de vez en cuando a la tienda comercial, los “lujos” se limitan a una fruta o yogurt de vez en cuando. La carne es también otro alimento que ocasionalmente puede adquirir.
Los mil 200 pesos que Norma percibe cada quincena por un trabajo que le exige ocho horas al día, son insuficientes para mantener a sus hijos, y por tanto, el día de descanso lo ocupa para realizar labores del hogar en casas de familiares o conocidos, además que sus padres –con quienes vive–, contribuyen en los gastos para el pago de servicios y alimentación.
“Podría vivir con este sueldo si fuera sola, pero tengo dos hijos que mantener”, asegura mientras hace cuentas en silencio respecto de sus gastos.
Insuficiente salario mínimo
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) presentó una iniciativa el pasado 23 de octubre para incrementar a 95.25 pesos el salario mínimo vigente para 2018, lo que representaría un 15 pesos más.
El sector patronal formalizó su propuesta al entregarla a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), autoridad que establece las bases y elementos para la fijación de las percepciones mínimas.
A esta propuesta, sectores de empresarios se han sumado para respaldarla. El presidente en Oaxaca de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Carlos Guzmán Gardeazábal, afirma que no sólo es necesario, sino urgente aumentar los salarios.
Y aunque asegura que en Oaxaca “nadie percibe el salario mínimo”, porque resulta “imposible sobrevivir con tan poco dinero”, sí considera prioritario otorgar mayores beneficios a los trabajadores.
“El salario mínimo es una medida que nos permite estandarizar el ingreso, sin embargo, los trabajadores oaxaqueños perciben alrededor de 120 pesos diarios, porque una familia no puede vivir con menos”, afirma el presidente de la Canacintra.
Pero la situación de Norma se contrapone a las afirmaciones del dirigente empresarial, quien no sólo está registrada en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con un salario mínimo, sino que en verdad lo percibe y lo sufre.
Considera erróneas las voces que plantean la inflación como freno al incremento salarial, debido a que sostiene, existen otros factores que generan mayor inflación como el aumento persistente a la gasolina y al gas.
“Es momento que se establezcan mejores condiciones de vida para los trabajadores, ya que los productos de la canasta básica han registrado incrementos, no así las percepciones de las y los empleados”, señala.
Salario nominal y
salario real, a la baja
El salario nominal es el monto de las percepciones que reciben los trabajadores a cambio de sus labores (80.04 el mínimo), mientras que el salario real es aquel que considera el índice de inflación y lo que el asalariado puede adquirir en el mercado con sus ingresos.
De acuerdo al estudio “Coyuntura laboral en América Latina y El Caribe: la transición de los jóvenes de la escuela al mercado laboral”, efectuado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y publicada en octubre de este año, nuestro país registró reducciones en el salario real en los primeros seis meses de este año.
“Entre el primer semestre de 2016 y el primer semestre de 2017, los salarios de los países con información coyuntural disponible sobre la evolución de los salarios reales subieron en seis casos y bajaron en dos: México y el Perú”, detalla el informe.
Y más aún, de acuerdo a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, los estados en los que se reportaron los menores salarios nominales diarios fueron Sinaloa (250.57 pesos diarios), Quintana Roo (252.11), Nayarit (261.30), Durango (262.92) y Oaxaca (265.75); los cuales dieron empleo al 7.7% del total de los trabajadores asegurados.
De tal forma que Oaxaca no sólo tiene los salarios nominales más bajos, sino que además el salario real es de 63.50 pesos. Lo anterior indica que los 80.04 pesos se reducen a 63.50 cuando de comprar se trata.
El salario ideal
Para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), una familia de cuatro personas se encuentra actualmente en situación de pobreza por ingresos, si éste es inferior a 11 mil 290.80 pesos mensuales.
La cifra es muy superior al salario mínimo actual, que equivale a dos mil 401.2 mensuales, por lo que el organismo considera indispensable incrementar 4.7 veces el salario mínimo para cumplir lo estipulado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
No obstante, organismos internacionales son menos exigentes para medir la canasta básica y la pobreza.
Para el Banco Mundial, las percepciones mensuales de un hogar pobre en México se encuentran por debajo de los cuatro mil 322.70 pesos, por lo que de acuerdo a este organismo, el salario mínimo sería suficiente para adquirir todos los insumos necesarios para una familia.
Mientras tanto, la Cepal, establece que las percepciones de una familia de cuatro personas debe superar los nueve mil 172.30 pesos para que éste sea suficiente y sus miembros no se encuentren en situación de pobreza.
De acuerdo al Coneval, actualmente siete de cada 10 personas en el país tienen un ingreso laboral inferior al costo de la canasta básica familiar, por lo que se encuentran en situación de pobreza por ingresos.
Y es que una familia de cuatro personas con ingresos de 11 mil 291 pesos podría acceder a una mejor alimentación, posibilidad de asistir a la escuela, sin padecer tantas penurias. No obstante, la realidad es otra.
El Coneval considera que el costo de mensual de la canasta alimentaria hasta septiembre de este 2017 por persona es de mil 485.23 pesos en el ámbito urbano y mil 64 en el rural. Lo anterior indica que tan sólo en alimentos para dos personas se erogaría la totalidad de un salario mínimo mensual.
Norma sabe que su sueldo cada vez alcanza para menos cosas y que cualquier entrada extra es bienvenida, por ello no ha tomado vacaciones en los últimos 12 años, ya que eso le permite guardar para las épocas difíciles, es decir, el regreso a clases y las fiestas decembrinas.
“Sin duda la época más complicada es agosto- septiembre, aunque existen programas como los vales de uniformes, éstos no son suficientes, además del gasto en el pago de cuotas para la escuela, comprar los útiles, zapatos y tenis es un gasto que se lleva la totalidad de mis quincenas”, señala.
La mujer de 45 años sabe que en pocos años, sus hijos deberán comenzar a trabajar para contribuir con el pago de sus propios estudios, además de tramitar una beca que les permita continuar con su educación e incluso, terminar la universidad.