En medio de severos cuestionamientos de corrupción y sobre la funcionalidad de la obra, el jueves pasado fue inaugurado el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, un proyecto que, junto con el Archivo Histórico de Oaxaca, no tiene otro propósito que privatizar más de cinco hectáreas de un emblemático parque, de la mano del empresario Alfredo Harp Helú
David Méndez
El jueves siete septiembre de 2017, con la inauguración del Centro Cultural y de Convenciones (CCCO), se concretó la privatización de uno de los parques públicos más grandes de la zona metropolitana de Oaxaca, la Ciudad de las Canteras, que durante 25 años sirvió como área de recreación para los ciudadanos de los estratos sociales más vulnerables que habitan al oriente de la capital.
Enclavado en la agencia de Santa María Ixcotel, en el municipio de Santa Lucía del Camino, uno de los que registra mayores índices de informalidad laboral, inseguridad, pobreza, prostitución y deficiencia en el otorgamiento de servicios básicos como agua potable, drenaje y caminos, las autoridades desposeyeron a la sociedad de una superficie de más de 6.5 hectáreas de tierra, donde hoy, se espera que las cúpulas empresariales y políticas del país convivan en plan de negocios.
Hoy es imposible ingresar a este inmueble sin la autorización expresa de la administración o, en su defecto, de los guardias de seguridad.
En este proceso, la Fundación Harp Helú ha jugado un papel vital, pues, en 2013, fue la impulsora de la construcción del Archivo Histórico de Oaxaca y, luego, en 2017, intervino en la edificación del Centro de Convenciones, a través del arquitecto español Ignacio Mendaro Corsini.
Antecedentes
Este Centro Cultural y de Convenciones, que tuvo una inversión de más de 450 millones de pesos, forma parte del Plan Maestro del Parque Ciudad de las Canteras, un proyecto que comenzó con la edificación del Archivo Histórico de Oaxaca, inaugurado en noviembre de 2016, sobre una superficie de 11 mil 800 metros cuadrados y con una inversión, según cifras oficiales, de 490 millones de pesos.
Ambas construcciones han tenido un costo de 940 millones de pesos, presupuesto equivalente al 37.6 por ciento de lo que se requiere (2 mil 500 millones de pesos) para terminar la carretera Oaxaca-Costa.
Un día antes de la inauguración del CCCO, el gobernador del estado, Alejandro Murat, reiteró que tal apertura representaba sólo la segunda fase del proyecto, aún por finalizar adecuaciones en el área de las tradicionales lagunas que caracterizan a la zona, donde será edificado un puente peatonal y la implementación de accesorios para realizar recorridos en lanchas.
Además de ello, las autoridades prevén la desaparición de las instalaciones de la 28 zona militar, ubicada a menos de 500 metros, con la intención de instaurar un conjunto de centros comerciales que contextualicen con el nuevo centro de negocios.
La privatización de Las Canteras, se suma a la de edificios históricos e instalaciones deportivas que han promovido las últimas administraciones gubernamentales, con la justificación de rescatar el legado histórico del estado o, bien, potencializar su uso.
El Centro Cultural San Pablo, el Jardín Etnobotánico y o el Centro Cultural Santo Domingo, son algunos de los edificios que, en la actualidad, permanecen bajo la administración de organizaciones como la Fundación Alfredo Harp, vinculada con el proyecto de Las Canteras.
Un ejemplo más de la privatización de espacios públicos es la unidad deportiva “Venustiano Carranza” –hoy conocida como Polideportivo–, un territorio de 49 mil 442.29 metros cuadrados en el que se practicaron actividades físicas al aire libre desde 1930 y que hoy, tras recibir una inversión federal de 382 millones de pesos para su remodelación, el gobierno estatal ha optado por cobrar cuotas mensuales, trimestrales, semestrales y anuales para poder ingresar a sus instalaciones.
Obra sin sustento
Según el activista y presidente del Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca (Pro Oax), José Márquez Pérez, la edificación del Centro de Convenciones de Oaxaca no está sustentada en un plan de desarrollo integral y es innecesaria.
Experto en política e historia local y colaborador cercano de los arquitectos que trazaron algunas de las vialidades más importantes de la capital, calificó el inmueble como una improvisación que estaría condenada al fracaso, de no ser por el respaldo de un grupo empresarial como el que lidera, Harp Helú, a través de un convenio o pacto de colaboración.
Dos factores trascendentales que evidencian la inutilidad del Centro de Convenciones, dijo el especialista, son, por un lado, la falta de argumentos para que Oaxaca figure en el ámbito nacional como sitio preferente para el turismo de convenciones.
La inestabilidad social que predomina en el estado, la falta de vialidades adecuadas que faciliten la intercomunicación entre los principales puntos de atracción y recreo y la falta de programas para hacer un uso eficiente de la basura y para dotar a la población eficientemente de servicios básicos como agua potable, dejan al estado en desventaja al lado de destinos como Cancún o la Ciudad de México, que ofrecen espacios para realizar congreso y convenciones de hasta 30 mil personas.
“¿Un empresario querrá venir a un centro de convenciones que se inunda constantemente por la falta de un buen sistema de drenaje, que está bloqueado por manifestantes o que está en medio de una contingencia por la acumulación de basura?”, cuestionó el ambientalista.
En entrevista, afirmó que, el sexenio pasado, especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) pidieron a la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable abatir, primero, los problemas en el rezago del otorgamiento de servicios básicos y, segundo, crear un plan de reordenamiento urbano, que incluyera el mejoramiento de las vialidades, antes de llevar a cabo cualquier proyecto como el inaugurado el jueves pasado por el presidente Enrique Peña Nieto.
Márquez afirmó, además, que según diversos estudios realizados por expertos, incluido uno del Poder Ejecutivo federal, establecieron que, además, la entidad carece de la infraestructura hotelera para albergar convenciones de más de mil 500 personas.
Esta cifra, es 40 por ciento menor al aforo que, según las autoridades, tiene el nuevo Centro de Convenciones de Oaxaca.
“No hay más, Oaxaca no puede albergar convenciones de más de mil 500 personas, lo dicen los propios estudios”, reiteró.
Pero subrayó: “Si existe un convenio con un empresario como Alfredo Harp Helú, que maneja el Centro Cultural Banamex, en la Ciudad de México; entonces, el problema está resuelto”.
La agrupación que encabeza Harp, tiene como una de sus prioridades el mercando internacional de convenciones, por lo que Oaxaca podría ser beneficiado con algunos o varios de los eventos que coordina u organiza.
De otra forma, reiteró el presidente de ProOax, el complejo creado por Mendaro Corsini estaría condenado al fracaso.
Visión académica
Real Politk tuvo acceso al estudio técnico que ordenó hacer la Presidencia de la República en los 47 principales destinos turísticos de México, Oaxaca incluido, como parte de la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo (PND) impulsado por Enrique Peña Nieto, y en el cual se establece la necesidad de solucionar deficientes prioritarias antes de emprender cualquier tipo de obra “de relumbrón”, como las catalogó Márquez.
Al comienzo de su mandato, según el PND, la visión del Presidente era fortalecer los centros de descanso que ya existen en el país, antes de emprender trabajos de nueva creación.
El documento, compuesto por mil 163 hojas y llamado Agenda de Competitividad de los Destinos Turísticos de México 2013-2018 subraya que los recursos culturales y naturales con los que cuenta el estado brindan una sólida plataforma para el crecimiento del sector; sin embargo, resaltó que, de continuar la pobreza y el rezago, estas características no podrían detonar el crecimiento económico de la entidad.
“Los datos arrojan que a pesar de la riqueza cultural que posee el destino, no existe una demanda cultural sólida, los datos de visitas a museos muestran una visitación baja y decreciente por parte de los turistas nacionales y extranjeros”, sentenció el informe.
Asimismo, apuntó que Oaxaca de Juárez, cuyo Centro Histórico es promovido como la principal atracción de la capital e indudable zona de influencia del CCCO, denotaba una fuerte debilidad en la capacidad de generar productos turísticos a partir del potencial de recursos que posee, además de que contaba con una capacidad de alojamiento sub aprovechada, con un porcentaje de ocupación promedio que no rebasaba el 40 por ciento.
En lo que se refiere a la gestión del destino, apuntó, los indicadores reflejaron que la conurbación física intermunicipal de 21 municipios – cuya delimitación representa hoy la zona metropolitana de Oaxaca- carece de instrumentos de ordenamiento regional decretados que orienten el desarrollo sustentable del turismo del destino.
“Tal carencia, afecta el acceso y la calidad de los servicios turísticos y compromete la calidad de vida de la población y de la experiencia turística”.
Infraestructura antes que obras
Entregado en 2013, durante la administración de Gabino Cué Monteagudo, resaltó que la solución a la competitividad de Oaxaca no residía solamente en las iniciativas dirigidas al sector, sino que debería ir acompañada de la solución de los diversos problemas encontrados, tal es el caso de la mejora de la conectividad, “ya que las carreteras que comunican con las poblaciones cercanas están en mal estado”.
Asimismo, demandó atención a la eficiencia de los servicios públicos, como la dotación de agua, el alumbrado público, la carencia de estacionamientos, las deficiencias del transporte público, las señalizaciones, las áreas peatonales y la limpieza.
En relación a los indicadores de conectividad terrestre, destacó la quinta posición que ocupaba la entidad en extensión de vías terrestres del país en el 2011; no obstante, “frente al buen estado de tal indicador cuantitativo”, los datos indican que la calidad de la Red Federal de Carreteras para el tramo Oaxaca requería atenderse debido a que el 45 por ciento se reporta en estado no satisfactorio para el presente año.
Además, estableció que la Ciudad de Oaxaca de Juárez quedó seriamente afectada por el conflicto político social del año 2006, pues los hechos que se desarrollaron a partir del movimiento magisterial y la violenta respuesta por parte de la Policía Estatal, provocaron una intensa reacción social y la adhesión al movimiento de más de 300 organizaciones, conformando la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
“Este hecho marcó de tal forma a la ciudadanía que prácticamente todas las personas entrevistadas hablan de la ciudad antes y después de 2006”.
De acuerdo al informe especial elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, sobre los hechos sucedidos en la Ciudad de Oaxaca de Juárez en 2006, la situación del estado de Oaxaca presenta históricamente grandes rezagos educativos, políticos, económicos y de atención social, que desde hace décadas, no han sido eficientemente atendidos por parte de los distintos órdenes de gobierno, generando con ello fallas de carácter estructural, lo que es sintomático de una insuficiencia institucional endémica, especialmente en materia de procuración de justicia, que ha generado impunidad y que ha llevado a la entidad a las condiciones en las que actualmente se encuentra.
Sin embargo, a pesar de este entorno, las administraciones de Gabino Cué y Alejandro Murat se empeñaron en continuar la edificación del Centro de Convenciones y, tras un primer fracaso por erigir el inmueble en el cerro de El Fortín, se optó por instalarlo en la ciudad de Las Canteras, en el lugar que ocupó el estadio de futbol “Benito Juárez” y la unidad deportiva anexa a éste.
Marcada por la corrupción del anterior gobierno, la edificación fue culminada por la actual administración en un tiempo récord de cuatro meses y en medio de disturbios y un enfrentamiento violento que duró más de tres horas el jueves siete de septiembre, entre policías y simpatizantes de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes se manifestaron en contra de la presencia de Enrique Peña Nieto en la entidad.
La obra ha sido catalogada por el gobernador Alejandro Murat, como un trabajo arquitectónico histórico, pero tanto su funcionamiento como la verdadera intención de las cúpulas políticas y empresariales, apenas está por verse.