Hallaron muerto a un niño de 9 años edad. Colgaba de un cable en el pozo que abastece de agua a la colonia Encinos, en Santa Rosa Panzacola.
La noticia corrió como reguero de pólvora en la colonia de nueva creación en el transcurso de la tarde.
Se supo que la mamá del pequeño momentos antes lo mandó a traer agua a su casa, a escasos 100 metros del pozo, en la calle Pedregal.
La mujer se preocupó por la tardanza de su hijo y salió a buscarlo. Lo encontró colgado.
El grito desgarrador llamó la atención de los vecinos, quienes al darse cuenta de lo sucedido, de inmediato pidieron la ayuda de socorristas.
Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana se encargaron de dar la triste noticia. El pequeño estaba muerto. No esperaron para llamar a la autoridad ministerial.
Policías municipales que fueron avisados, comenzaron a acordonar la zona. Al menos cuatro patrullas se reunieron en la zona.
La mamá esperaba en el pozo ubicado en un barranco de aproximadamente 30 metros.
El sitio olía a tierra mojada. Se trata de una colonia casi en la punta del cerro, en la parte alta de Santa Rosa Panzacola.
Las calles de terracería son estrechas, predomina la tierra colorada y es por la calle de la colonia donde corre el agua de las lluvias hasta caer en la yerba que crece en la parte baja.
A pesar del frío por las lluvias recientes, varios niños corrían alrededor, con los pies descalzos.
“Fue toda una travesía llegar”, admitió un policía que resguardaba el área. La colonia está escondida. Al llegar a la terminal de autobuses se debe seguir un camino de terracería y subir en el monte.
Los agentes buscaron indicios en la zona, como huellas de violencia u otras evidencias.
Al finalizar, se encargaron de que el cadáver fuera llevado al anfiteatro de la ciudad para la necrocirugía de ley.
Una de las hipótesis es que el niño se ahorcó de forma accidental.
Vecinos que comenzaron a rodear la línea de acordonamiento miraban azorados.
Una mujer rompió en llanto. Explicó que tiene un nieto de la misma edad. “Siento feo”, sollozó.
“Era un niño normal, muy tranquilo, iba a la primaria más cercana y jugaba con mis niños”, contó una señora.
“A veces sacaban la bicicleta y se ponían a jugar en la calle, después de un rato volvía a su casa”, agregó.
Otro vecino contó que era un niño sano y trabajador. Su mamá vende atole en la colonia y él la ayudaba a cobrar. Incluso pasaba después cuando no se tenía el dinero en ese momento. “Un niño muy tranquilo. Ayudada a su madre en lo que podía”.
Agentes investigadores se preparaban para realizar entrevistas a los vecinos, para saber si alguien escuchó algún grito u observó algo extraño.
Invitaron a la señora a acompañarlos a las oficinas para la diligencia oficial. Identificar en forma legal el cadáver y después, seguir con los trámites funerarios.