Nueva York.- La desnutrición, la sed y la enfermedad continúan amenazando la vida de millones de niños en el noreste de Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, pese a que la hambruna haya terminado en territorio sursudanés, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En un comunicado emitido este viernes, el Unicef destacó que la declaración del final de la hambruna en dos condado de Sudán del Sur no debe distraer del hecho de que continúa una grave inseguridad alimentaria en Nigeria, Somalia y Yemen, lo que amenaza la vida de millones de niños.
“No hay lugar para la complacencia. Mientras la hambruna se ha contenido en Sudán del Sur, la vida de millones de niños todavía pende de un hilo”, aseveró el director de Programas de emergencia de Unicef, Manuel Fontaine.
Añadió que la crisis en esos países está lejos de terminar, por lo que la comunidad humanitaria debe ampliar su respuesta e insistir en el acceso incondicional a la ayuda. Añadió que, de lo contrario, “los progresos realizados podrían ser rápidamente revertidos”.
En los cuatro países, la situación sigue siendo motivo de gran preocupación y el número de niños en riesgo inminente de muerte sigue siendo alarmante, destacó Unicef.