El Ministerio de Defensa de Rusia anunció hoy el cese de la cooperación con Estados Unidos en el marco del memorándum para evitar incidentes en el espacio aéreo de Siria.
Además, advirtió de que cualquier aeronave, avión o dron de la coalición internacional liderada por Estados Unidos que sea detectado en el espacio aéreo sirio al oeste del Éufrates será seguido “en calidad de blanco aéreo” por las defensas antiaéreas rusas.
Este anuncio se produce al día siguiente de que un caza F18E Super Hornet estadounidense derriba un avión sirio SU-22, después de que el aparato, de fabricación rusa, efectuará un bombardeo cerca de la localidad de Al Tabqa, ubicada a unos 62 kilómetros al oeste de la ciudad de Raqa, en el noreste de Siria.
El derribo de avión de las Fuerzas Aéreas sirias por la aviación estadunidense en el espacio aéreo de Siria es una cínica violación de la soberanía de la República Árabe Siria”, denunció el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
Añadió que considera estas acciones del mando estadounidense como “un incumplimiento consciente de sus obligaciones” en el marco del memorándum para evitar los incidentes y garantizar la seguridad de los vuelos durante las operaciones en Siria, firmado el 20 de octubre de 2015.
DISCORDIA POR DERRIBO DE AVIÓN
La coalición internacional liderada por Estados Unidos justificó el derribo del avión sirio con su derecho a defender a sus aliados, las milicias de Fuerzas de Siria Democrática (FSD), después de un supuesto ataque de las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad.
Poco antes del anuncio de Defensa, el numero dos de la diplomacia rusa, Sergei Riabkov, calificó directamente de “agresión” el derribo ayer de un avión del Gobierno sirio por parte de Estados Unidos y denunció esa acción como una violación directa del derecho internacional.
Qué es esto si no un acto de agresión, si no una violación directa del derecho internacional”, dijo Riabkov en declaraciones a a la prensa local.
El viceministro de Exteriores manifestó que el derribo del avión sirio “debe examinarse, ante todo, como una continuación de la política estadounidense de desprecio de las normas del derecho internacional”.
Con independencia de quién se encuentre en el poder en Washington, la gente allí se ha habituado a ciertas normas y circunstancias que permiten ver por encima del hombro, despreciativamente, y, en algunas situaciones, hacer caso omiso del abecé de la conducta en el ámbito internacional”, subrayó.