Filtraciones, espionaje telefónico, presiones, de todo se valió el gobierno para que diputados aprobaran la creación de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y la del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, así como la reforma a más de 10 normas vigentes que tocan al sector. Televisa, uno de los grandes beneficiados
Redacción
Aunque con siete meses de retraso, con trampas y argucias, por fin fue aprobada la legislación secundaria de la reforma en telecomunicaciones.
El presidente Enrique Peña Nieto no escatimó recursos para cristalizar una ley que, según sus opositores, beneficia a monopolios como Televisa o Televisión Azteca.
Temas como las reglas para declarar a una empresa como preponderante, el registro de comunicaciones con fines de seguridad y los límites al financiamiento de medios públicos, por mencionar algunos, causaron controversia entre las fracciones políticas representadas en la Cámara de Diputados.
Tras el aval de diputados y senadores, sólo falta que el presidente Enrique Peña Nieto promulgue el documento para que entren en vigor las nuevas leyes Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión y la del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, así como cambios a otras 10 normas vigentes.
En la guerra para aprobar la legislación secundaria,hubo de todo: filtraciones, espionaje telefónico, presiones contra opositores, negociaciones maratónicas entre el consejero jurídico de la Presidencia de la República, Humberto Castillejos y diputados de las diversas fracciones parlamentarias.
En todo momento, la negociación se inclinó a favorecer a la empresa Televisa ante la inminente llegada del gigante de América Móvil, controladora de Telmex y Telcel.
El miércoles 9 de julio, minutos antes de las 8 horas y tras más de 20 horas de discusión, la Cámara de Diputados aprobó las leyes secundarias de la reforma en telecomunicaciones, una legislación que debió haberse avalado en diciembre pasado pero que se había quedado pendiente por losdesacuerdos entre las principales fuerzas políticas representadas en el Legislativo.
La Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la ley secundaria en materia de telecomunicaciones sin que se le cambiara una sola coma a lo que le envió el Senado de la República durante la madrugada del sábado 5 de julio.
Luego de más de 20 horas de discusión y sin la aprobación de un solo cambio, los diputados aprobaron la creación de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y la del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, así como la reforma a más de 10 normas vigentes que tocan al sector.
La discusión en lo general duró cinco horas, en las que los grupos parlamentarios presentaron sus argumentos a favor y en contra de la legislación secundaria.
En lo particular, los legisladores no aprobaron ni siquiera a discusión reserva alguna; incluso, el priista Héctor Gutiérrez de la Garza, presidente de la Comisión de Comunicaciones, había presentado algunas reservas a la Mesa Directiva y al final las retiró de la discusión.
El “debate” en lo particular se prolongó por más de 15 horas, en las que los legisladores subieron a presentar sus reservas en un monólogo que no tuvo respuesta de ningún legislador del PRI o el PVEM.
En lo general, la legislación quedó aprobada por 340 votos a favor, 129 en contra y una abstención. En lo particular, la votación fue de 318 a favor y 107 en contra.
Algunos de los principales puntos de estas leyes son que una empresa será declarada preponderante por sector, no por servicios; que los concesionarios estarán obligados a guardar por dos años un registro de las comunicaciones de sus usuarios para que las autoridades puedan consultarlo por razones de seguridad, y que las empresas que incumplan las normas de competencia u otras resoluciones podrán ser sancionadas hasta con el 10% de sus ingresos.
El cabildeo
El martes 8 de julio, desde muy temprano, los legisladores del PRI y el PVEM sostuvieron reuniones con representantes de la Presidencia de la República en donde se les indicó que apoyaran “sin reservas” el dictamen de legislación secundaria.
Antes de la sesión extraordinaria acudieron a San Lázaro Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes; Humberto Castillejos, consejero jurídico de la Presidencia; y Eduardo Sánchez, vocero del presidente Enrique Peña Nieto.
“Para el Grupo Parlamentario del PRI era importante conocer de viva voz, por parte del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, qué estaba esperando de esta minuta y de su discusión en Cámara de Diputados.
“Ellos vinieron a ratificarnos que la minuta y la ley que podría surgir de la aprobación de esta minuta, viene en consonancia con la reforma constitucional, que no hay ninguna ilegalidad, que las discusiones que se han dado y los debates son falsos sobre la inconstitucionalidad de la ley, y que estuviéramos seguros que forma parte de un largo periodo de negociación entre partidos políticos, que habían coincidido inicialmente en que todo esto beneficiaba a México”, expuso Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los diputados del PRI.
En el PAN, el voto sí se dividió. Los diputados Carlos Angulo, Verónica Sada, Concepción Ramírez, Alberto Coronado, Patricia Lugo y Martha Leticia Sosa decidieron contravenir la postura general de su bancada y votaron en contra.
La única abstención de la votación también provino del PAN, de la mano de la diputada indígena por Oaxaca, Eufrosina Cruz.
En el PRD los jaloneos para votar en bloque contra el dictamen duraron todo el día. Fuentes cercanas a la coordinación de los perredistas señalaron que el presidente del partido, Jesús Zambrano, llamó a Silvano Aureoles para advertirle que si una parte de la fracción parlamentaria votaba a favor del dictamen, se consideraría la posibilidad de relevarlo de su cargo.
Finalmente, al inicio de la votación en lo general, Silvano Aureoles jugó con su voto. En un principio, lo había plasmado a favor del dictamen, aunque minutos después lo cambió y lo dejó en contra.
El único perredista que votó a favor fue Javier Narváez, diputado por el Estado de México.
La discusión de las reservas se desarrolló en un monólogo de los diputados que subieron a intentar debatir. De las 549 registradas, al final solo se procesaron 312. Las restantes fueron retiradas. No se aceptó una sola, ni siquiera para su discusión, por lo que el debate se convirtió en una serie de monólogos que duró más de 15 horas continuas.
El debate
Al final, los partidos que respaldaron el documento fueron el gobernante Revolucionario Institucional (PRI), el Verde Ecologista de México (PVEM), Nueva Alianza (Panal), la mayor parte de la bancada del opositor Partido Acción Nacional (PAN) y un legislador del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En contraste, votaron en contra seis panistas, la mayor parte del PRD y los partidos del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano, de izquierda.
Mientras el bloque encabezado por el PRI destacó medidas como la eliminación de cobros especiales en llamadas de larga distancia nacional –bajo el argumento de que serán un beneficio directo para la población–, los opositores al texto consideraron que las leyes aprobadas son contrarias a la reforma constitucional en la materia, promulgada en junio de 2013.
En sus intervenciones, diputados del PAN y de la izquierda señalaron que la nueva legislación no promoverá la competencia, pues carece de medidas para combatir las prácticas monopólicas e incluso favorece a las principales televisoras del país, Televisa y TV Azteca.
“Estamos ante una reforma a la legislación secundaria que retrasa estos cambios o se opone francamente a los mismos. Es una legislación secundaria que regresa, que obstaculiza, que nulifica la reforma constitucional”, dijo en tribuna Miguel Alonso Raya, vicecoordinador de la bancada del PRD.
En respuesta, quienes apoyaron el documento aseguraron que su propósito no es beneficiar a empresas en particular, sino a la ciudadanía.
“Estamos convencidos de su utilidad para nuestra población y de que, finalmente, la disputa no es de nombres, la disputa no es de empresas. En todo caso, no de contrarios, sino de llevarles un beneficio a la población mexicana», dijo en su turno Tomás Torres, del PVEM, un partido tradicionalmente aliado del PRI.
Arturo Escobar Vega, coordinador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), advirtió que los espacios monopólicos en radiodifusión y telecomunicaciones llegarán a su fin con la entrada en vigor de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones, aprobadas por la Cámara de Diputados.
Aseguró además que con la legislación, remitida por los diputados al Ejecutivo federal para su promulgación, inicia la transformación de este sector.
Ahora se abre la posibilidad de competir y crecer en todo lo que tiene que ver con estos dos sectores, aseguró el diputado federal en un comunicado.
Durante la sesión –que se prolongó poco más de 20 horas–, los opositores al texto presentaron 552 propuestas de cambio, pero todas ellas fueron rechazadas.
Con la aprobación se crean dos leyes, una Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y una del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano; además, se reforman más de 10 normas vigentes, entre ellas, la de Derecho de Autor y la de Inversión Extranjera.
Esta legislación comenzó a negociarse a finales de marzo, cuando el presidente Peña Nieto envió sus iniciativas al Senado. Desde entonces, la discusión y votación se retrasó al menos en dos ocasiones –una a finales de abril y una en junio–, debido a que las bancadas no habían llegado a acuerdos sobre sus principales puntos.
La minuta aprobada en San Lázaro fue enviada al Ejecutivo para su publicación y entrada en vigor.
Peña Nieto y el PRI afirman que la reforma en telecomunicaciones y su legislación secundaria permitirán impulsar el crecimiento económico, una de las principales metas que el presidente se fijó para su mandato (2012-2018).
