El gobierno de Estados Unidos lanzó decenas de misiles Tomahawk contra la base desde la que se originó el ataque químico en Siria del martes pasado.
Un total de “59 misiles” alcanzaron la noche de este jueves 6 de abril la base aérea de Shayrat, que está “asociada al programa” sirio de armas químicas y “directamente vinculada” a los “horribles” acontecimientos del martes, señaló un alto funcionario de la Casa Blanca bajo anonimato, citado por la agencia de noticias AFP.
Horas después del ataque, la presidencia siria calificó el viernes los bombardeos estadounidenses contra una base aérea militar del régimen de acto “irresponsable” e “idiota”.
“Todo lo que ha llevado a cabo Estados Unidos es únicamente un acto idiota e irresponsable, y revela su visión a corto plazo (…) y su ceguera en los planos político y militar” indica un comunicado de la presidencia.
La oficina del presidente Bashar Al Asad también asegura que este bombardeo –primera acción militar directa de Washington contra el régimen de Damasco– “incrementa la determinación de Siria de golpear a los agentes terroristas”.
En el bombardeo estadounidense murieron nueve civiles, entre ellos cuatro niños, anunció este viernes la agencia oficial Sana.
“La agresión estadounidense provocó la muerte de nueve civiles, entre ellos cuatro niños, causó siete heridos y ocasionó importantes destrozos en casas de las aldeas de Al Shayrat, Al Hamrat y Al Manzul”, cercanas a la base atacada, informó la agencia.
El ejército sirio había indicado previamente que seis personas murieron en la base, sin precisar si se trataba de víctimas civiles y/o militares.
Tras el bombardeo, el presidente de EU, Donald Trump llamó a “todos los países civilizados” a trabajar juntos para poner fin al derramamiento de sangre en Siria.
El poder militar de EU rodea Siria
El comando de las fuerzas estadounidense en Medio Oriente tiene al menos 35,000 soldados, según el centro de estudios Heritage.
Además, Washington cuenta con los buques de la VI Flota, basada en el puerto italiano de Nápoles, capaces de lanzar misiles Tomahawk contra objetivos terrestres situados a más de 1,000 kilómetros.
Los destructores “USS Porter” y “USS Ross”, ambos equipados con misiles de crucero, están en la parte oriental del Meditárreno, según una fuente de la Marina estadounidense.
En septiembre de 2014, los buques estadounidenses lanzaron 47 misiles Tomahawk durante la primera noche de los bombardeos de Washington contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria.
El buque de asalto anfibio “USS Mesa Verde” también está en esa zona del Mediterráneo.
Los buques de la V Flota destacada en Bahréin refuerzan de su lado la presencia naval estadounidense en Oriente Medio, el Golfo y el Mar Rojo.
El portaaviones “USS George H. W. Bush” está actualmente en el Golfo, apoyando las operaciones contra el EI.
Por si fuera poco, Estados Unidos usa varias bases aéreas en Medio Oriente. La más cercana a Siria es la de Incirlik, al sur de Turquía, a un centenar de kilómetros de la frontera.
Asimismo utiliza bases de Jordania, Kuwait, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
El gobierno de Washington ha desplegado en la región lo mejor de su flota aérea, como los aviones de combate F-15, F-16 y F-22, los aviones cisterna de reabastecimiento, los aviones radares Awacs o los bombarderos estratégicos B-52.
El avión furtivo F-22 Raptor fue estrenado precisamente en Siria en septiembre de 2014. Esta aeronave, que vale la astronómica cifra de 360 millones de dólares, es extremadamente difícil de detectar, capaz de volar a una velocidad superior a Mach 2 y lanzar bombas guiadas por láser a 25 kilómetros del objetivo.
Los drones Reaper y Predator cruzan sin parar el cielo de Siria e Irak, controlando la situación sobre el terreno o atacando con misiles Hellfire.
Otro movimiento del gobierno de Estados Unidos fue el despliegue al noreste de Siria de unos 900 consejeros militares, soldados de fuerzas especiales y artilleros.