Durante los primeros dos meses y medio del 2017, en la ciudad de Oaxaca se contabilizaron un total de 194 movilizaciones promovidas por alrededor de 10 organizaciones
José HANNAN ROBLES
El número de marchas, bloqueos, manifestaciones y mítines en la ciudad de Oaxaca en lo que va de 2017, supera cualquier cifra de años anteriores en el mismo periodo.
Hasta el 18 de marzo, la Comisaría de Vialidad del municipio capitalino había contabilizado 194 acciones, con duración de varias horas cada una.
En enero, los habitantes de la ciudad soportaron 19 marchas, 48 bloqueos, siete manifestaciones y mítines, que suman 74 protestas, equivalentes a 2.46 por día.
En febrero, se realizaron 15 marchas, 37 bloqueos y 10 manifestaciones y mítines, 62 actividades en total, 2.21 por día.
Durante los primeros 18 días de marzo, la ciudad vivió siete marchas, 40 bloqueos, 11 manifestaciones y mítines, que suman 58; es decir, 3.22 por día.
Los bloqueos se registran de manera cotidiana sobre las carreteras federales 190, que comunica al Istmo de Tehuantepec y la Ciudad de México, así como la 175, que conecta a la región de la Costa y Sierra Juárez.
La capital del estado es la caja de resonancia del descontento y presiones políticas de los numerosos grupos sociales que tienen presencia en la entidad, denunciaron ciudadanos inconformes.
Las pérdidas que sufre el comercio establecido son millonarias, pues la gente deja de asistir al centro de la ciudad por temor a ser víctima de alguna agresión, abundaron.
Ahuyentan al turista, al tiempo que se proyecta la imagen de una ciudad y estado en completo caos, con hechos vandálicos que afectan al transporte urbano y, en últimas fechas, a la terminal de Autobuses de Oriente (ADO), que en diversas ocasiones ha tenido que suspender el servicio que presta.
Entre las organizaciones más beligerantes se encuentran la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Consejo de Organizaciones Oaxaqueñas Autónomas (COOA), los sindicatos de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), el Frente de Organizaciones Sociales, Campesinas, Urbanas, Populares y Transportistas (FOSCUPT), la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT), el Movimiento de Unificación de Lucha Triqui (MULT), el Movimiento de Unificación de Lucha Triqui Independiente ( MULTI), el Frente Popular 14 de Junio, el Frente de Organizaciones del Istmo (FODI), integrada por ocho organizaciones afines a la COCEO.
Las marchas, los plantones y los mítines bloquean las principales calles de la ciudad; autobuses y camionetas que transportan a los manifestantes se estacionan en bulevares y calles transitadas, provocando verdadero caos vial que puede llegar a durar todo el día, generalmente hasta que los dirigentes y el Gobierno del Estado toman acuerdos.
Las manifestaciones y protestas son un derecho constitucional, pero cuando ese derecho afecta a terceros, como en el libre tránsito, el derecho al trabajo, a asistir a la escuela, a llegar a los hospitales a recibir atención médica, se convierte en delito.
A pesar de que diversos dirigentes de organizaciones de comerciantes y de la sociedad civil han pedido que se legisle para normar las manifestaciones, las autoridades han hecho caso omiso alentando a los grupos de presión a seguir con sus acciones que dañan a la sociedad en todos los aspectos, sobre todo el económico y de seguridad.
“Qué más quisiera decirles te quitas o te vamos a infraccionar, pero podría tener consecuencias, podrían resultar golpeados los agentes viales”
Comisario de Vialidad, Felipe Reyna Romero
Irritación ciudadana
El comisario de Vialidad, Felipe Reyna Romero, dijo a Real Politik que la población ha expresado su enfado porque en la ciudad no se puede convivir de forma armónica, ya que personas “sin conciencia o con consigna” provocan el caos diario con marchas y plantones.
“Son consignas de alguien perverso que no le importa el desarrollo de la ciudad, el respeto a terceros. Las vialidades las usamos todos: los ciclistas, el transporte urbano, el transporte particular; se debe ser respetuoso a la vida ajena, a las actividades del prójimo, se deben dejar libres las vialidades”.
Tal parece que se trata de un afán realmente de fastidiar y hacerle daño, no solamente al gobierno, sino a la sociedad en general, sostuvo.
A pregunta de por qué no actúa la Comisaría a su cargo para retirar autobuses y otros vehículos que obstruyen las vialidades colocados por los inconformes, señaló: “Qué más quisiera decirles te quitas o te vamos a infraccionar, pero podría tener consecuencias, podrían resultar golpeados los agentes viales”.
Consideró que la única solución es hacer conciencia en la gente sobre lo mal que hace: “No sé quiénes son, pero seguramente algún día sufrirán ellos mismos las consecuencias de lo que están haciendo”.
