El homicidio de Miroslava Breach en Chihuahua es el tercero en lo que va de 2017 y el segundo en apenas cuatro días, luego de que el pasado 19 de marzo el periodista Ricardo Monlui fuera asesinado en Yanga, Veracruz. El gremio periodístico del país exige el esclarecimiento inmediato de este condenable hecho
Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Agredir a un periodista en México, o matarlo a tiros como el último caso de Miroslava Breach, corresponsal del diario La Jornada que fue asesinada el jueves en la ciudad de Chihuahua, no se castiga casi en ningún caso con una sentencia condenatoria por parte de la Justicia.
Así lo evidencian cifras oficiales: de acuerdo con la Fiscalía para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), en algo más de seis años -de julio de 2010 al 31 de diciembre de 2016- se registraron 798 denuncias por agresiones contra periodistas.
Pues bien, de esas 798 denuncias, de las cuales 47 fueron por asesinato, la FEADLE informó en respuesta a una solicitud de transparencia que solo tiene registro de tres sentencias condenatorias: una, en el año 2012; y otras dos en 2016. O en otras cifras: el 99.7% de las agresiones no ha recibido una sentencia.
El caso del periodista Moisés Sánchez es un ejemplo de lo anterior. Sánchez, editor del semanario La Unión de Medellín, fue privado de su libertad en Veracruz por un grupo armado el 2 de enero de 2015 y posteriormente asesinado.
Por este homicidio hay cuatro personas que recibieron formal prisión, pero ninguno ha sido sentenciado a la fecha. Además, el ex alcalde de Medellín, Omar Cruz, presunto autor intelectual del asesinato según la Fiscalía, sigue libre y prófugo más de 700 días después del suceso.
Por otra parte, de las 798 denuncias por agresión a periodistas, la FEADLE informó que solo 107 han dado como resultado que el presunto agresor fuera consignado ante un juez. Esto es, el 13% de los casos, o solo uno de cada 10. El resto, continúan impunes.
Investigó al narco
El jueves 23 de marzo tuvo lugar un nuevo asesinato de un periodista en México; el tercero en lo que va de 2017, y el segundo en apenas cuatro días, luego de que el pasado 19 de marzo Ricardo Monlui, periodista de El Político y El Sol de Córdoba, fuera acribillado a tiros en Yanga, Veracruz.
Miroslava Breach, periodista que trabajó para medios como El Diario de Chihuahua, El Heraldo de Chihuahua, los portales digitales Aserto y Norte, y como corresponsal en Chihuahua del diario La Jornada, fue asesinada a balazos al salir de su domicilio.
Periodistas consultados refirieron que Miroslava Breach cubrió durante más de 20 años de trayectoria diversos temas en Chihuahua, como violaciones de derechos humanos, abusos policiales, luchas por la tierra en comunidades indígenas de la sierra Tarahumara, derechos de la mujer, y también actividades del crimen organizado.
“Miroslava era una profesional íntegra; de las corresponsales más importantes y confiables de La Jornada. A ella le tocó cubrir la peor etapa de la Guerra contra el Narco en Chihuahua y siempre estuvo al pie del cañón haciendo su trabajo”, dijo en entrevista Javier Valdez, compañero de Miroslava en el diario capitalino y autor de Narco Periodismo, entre otras obras.
El 6 de agosto del año pasado, Miroslava publicó una investigación en La Jornada sobre cómo grupos del crimen organizado desterraron a centenares de familias de la sierra de Chihuahua.
En el reportaje la periodista documentó que en comunidades serranas de Chihuahua como La Lobera, Milpillas, El Huicochi, y Las Chinacas, en el municipio de Chínipas, sicarios irrumpían para ordenar a los pobladores a dejar sus viviendas y propiedades. Luego, estos se asentaban en la zona para sembrar amapola de la que obtenían goma de opio; la base de la heroína cuya demanda desplazó al cultivo de mariguana en la región.
“El asesinato de familias completas y el desplazamiento forzado que ocurre en Chínipas, ubicado en la parte baja de la sierrra Tarahumara –en los límites con Sonora y Sinaloa- es un botón de muestra de la situación general que priva en la sierra”, escribió Miroslava en agosto de 2016.
Más recientemente, hace tan solo 10 días, Breach firmó una nota también para La Jornada acerca del posible hallazgo de fosas clandestinas en Madera, Chihuahua.
“No hay duda: el homicidio de Miroslava fue por su actividad periodística”
Luis Javier Valero, columnista de la cadena estatal El Diario y periodista del portal de noticias Aserto, del cual Miroslava fue una de sus cofundadoras, subrayó que en su opinión el asesinato de la comunicadora estuvo motivado por su actividad como periodista crítica.
“En otros casos uno puede tener dudas, pero en el caso de Miroslava es una certeza de que su homicidio obedece claramente a su actividad profesional, especialmente desde el año 2008, cuando ella comenzó a documentar la oleada homicida en Chihuahua”, señaló Valero en entrevista.
El viernes, los periodistas del Norte de Ciudad Juárez dieron un posicionamiento en el que destacaron que no les queda “ni la menor duda” de que “las balas que cegaron la vida de Miroslava son producto de su actividad profesional”. Por lo que pidieron al gobernador de Chihuahua y a la PGR que esclarezcan el crimen y castiguen a los responsables.
En respuesta, el mandatario Javier Corral dijo que la actividad periodística de Miroslava Breach ya es la principal línea de investigación, y anunció la creación de un grupo especial multidisciplinario para la indagatoria, en el que participará la FEADLE.
“El crimen de Miroslava no quedará impune”, prometió Corral.
Justicia, el clamor
El pasado fin de semana, ciudadanos y reporteros convocaron a una marcha en la Ciudad de México para exigir justicia por los asesinatos de los periodistas Cecilio Pineda, Ricardo Monlui y Miroslava Breach, todos cometidos este mes, y el cese a la violencia y hostigamiento contra el gremio.
El viernes comenzó a circular en redes sociales un afiche que convocó a marchar el sábado 25 de marzo, a las 16:00 horas, del Ángel de la Independencia a la Procuraduría General de la República (PGR), en Paseo de la Reforma, en repudio a los asesinatos de comunicadores.
Con el llamado #NoMásPeriodistasAsesinados y#YaBastaDeBalas, ciudadanos y miembros del gremio periodístico recordaron que tan sólo este mes, un periodista fue asesinado cada semana.
La víctima más reciente fue Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada en Chihuahua y quien fue ejecutada a tiros el pasado jueves afuera de su domicilio cuando se disponía a llevar a su hijo a la escuela.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó el viernes que los cuatro hombres que habían sido detenidos como sospechosos del asesinato, fueron puestos en libertad al no encontrarles relación con el hecho.
El pasado domingo, Ricardo Monlui, director de la publicación digital El Político y columnista de El Diario de Jalapa, fue asesinado en Yanga, Veracruz, al salir de una fonda en compañía de su familia, siendo el primer periodista ejecutado en lo que va de la administración de Miguel Ángel Yunes Linares.
El 2 de marzo, Cecilio Pineda, un reportero policiaco de la región de Tierra Caliente, en Guerrero, se convirtió en el periodista asesinado número 28 durante el Gobierno de Héctor Astudillo Flores.
Fue ejecutado por un grupo de hombres armados mientras estaba a la espera de que lavaran su camioneta en el municipio de Pungarabato.
Con su trabajo, los tres periodistas habían revelado los vínculos de altos funcionarios con integrantes de la delincuencia organizada en esas entidades.