Debe ser instrumento de servicio y transformación, pero sobre todo de ayuda a la gente más necesitada, dice el diputado local del Partido Social Demócrata
“… (la política) para mi es pasión, me gusta hacer lo que hago, es una profesión que si bien ha sido bastante señalada por quienes la ejercen, para mí es una actividad bastante noble”
Manuel Pérez Morales, diputado local del Partido Social Demócrata (PSD)
Redacción
El día de trabajo del diputado Manuel Pérez Morales inicia muy temprano. Antes que llegue a su oficina, ya lo esperan varias personas, para tratar diversos asuntos. Llega presuroso, dice que viene de reunirse con unos pobladores y durante la jornada, tiene previsto, además de atender a quienes acuden a verlo, acuerdos con ciudadanos, con autoridades, gestión ante titulares de dependencias estatales y federales y el seguimiento a asuntos cotidianos.
Acostumbrado a tratar con la prensa solamente asuntos de interés político propios de su encargo como legislador y presidente del Partido Social Demócrata (PSD), al principio de la plática observa bien antes de contestar. Sin embargo, poco a poco se relaja, conversa animado y sonríe al comentar aspectos personales.
En entrevista realizada en su oficina de gestión donde tiene a sus ídolos revolucionarios Emiliano Zapata y Ernesto “el che” Guevara, así como su título como licenciado en Derecho, confía que sí tiene días pesados, de trabajo arduo y complicado, pero que le da gusto tratar con muchas personas y buscar soluciones a sus planteamientos, base de la política que practica desde hace unas tres décadas, desde los años 80 cuando era estudiante de una escuela Normal perteneciente al Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca (CRENO).
Es egresado de una Escuela Normal, donde comenta que no quiso estudiar, pero fue la última opción que encontró su padre, para que no se fuera “de revoltoso”, sino que se dedicara a estudiar, porque en esos tiempos seguía la convulsión en la Universidad con constantes paros y movilización de estudiantes.
En esos tiempos apoyó el movimiento estudiantil y como la escuela no permitía la participación política, dice, lo suspendieron. Con esta acción, el participar y buscar soluciones, empezó sus acercamientos a la política, que es su pasión.
“La política empieza por el campo, por la economía, por distintas aéreas de nuestra vida. Debe ser un instrumento de transformación, de ayuda y por otro lado, también personalmente para mi es pasión, me gusta hacer lo que hago y es una profesión que si bien ha sido bastante señalada, por quienes la ejercen, para mí es una actividad bastante noble”.
“La política creo que es una actividad bastante noble si la llevas con convicción. Debe ser un instrumento para ayudar a la gente, para servirle a las clases más necesitadas, debe ser también un instrumento de transformación en nuestra sociedad, porque es transversal, entonces se mete en la elaboración de leyes y el acompañamiento a los ciudadanos”.
¿Y el poder? Se le cuestiona.
“No sé qué es porque no he sido poderoso, no podría decirte. Yo entiendo que los poderosos son los que tienen las capacidades económicas o políticas para poder resolver con facilidad distintos temas. Quisiera conceptualizar qué es el poder pero yo no podría, me la pones difícil.
¿Cuál es su objetivo como político?
En la posición en la que estoy, es contribuir a que las situaciones en nuestro estado y si se pudiera más allá de nuestro país, vayan cambiando. Estamos luchando por una sociedad más justa, más democrática, por gobiernos que atiendan a la gente. He hecho política para que las cosas cambien en beneficio de los derechos humanos y garantías individuales.
¿Cuáles son otras actividades que le gusta realizar?
Hago de todo un poco y no es presunción. Hago deporte, leo, no mucho pero por lo menos tengo mis libritos ahí todos los días. Me gusta salir con mis amigos, escuchar música, soy cinéfilo, aunque no soy crítico. Me gusta la música, soy medio bohemio, de todo un poco.