“La historia siempre es una buena aliada” en las decisiones que toma el secretario de Educación Pública, afirmó el titular de la dependencia, Aurelio Nuño Mayer.
Su presencia en la oficina es un legado de José Vasconcelos que no sólo lo inspira y lo anima, sino que todos los días le recuerda la responsabilidad que tiene y quien a diario le aconseja no perder la humildad en las tareas que le han encomendado.
A 95 años de la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la oficina que diseñó quien fuera rector de la Universidad Nacional en 1920, es hoy un espacio único para el actual titular de la dependencia, donde no sólo planea, organiza, discute, acuerda y firma la política educativa con su equipo de trabajo. Es también el espacio preferido para la lectura, la reflexión y la toma de decisiones en absoluta soledad, donde, en ocasiones, sólo el peso de la historia acompaña a quien hoy debe encausar la Reforma Educativa.
“Salgo de trabajar muy tarde y en las noches, incluso en las madrugadas, busco tener este espacio sólo para leer muchos temas, ahora muy centrados en los educativos; de hecho estoy leyendo Las memorias de Jaime Torres Bodet y busco conocer la historia de la educación en México y esos momentos de paz me permiten una gran reflexión”, compartió.
Al evocar que el 3 de octubre de 1921 el presidente Álvaro Obregón publicó el decreto por el que se creó la SEP, nombrando como su primer secretario a José Vasconcelos, Nuño Mayer aseguró que haber llegado a esta oficina es el honor más grande de su vida, pero al mismo tiempo significa un enorme reto para lograr cosas históricas como lo hicieron algunos personajes que también estuvieron en el edificio ubicado en Brasil 31, en el corazón del Centro Histórico.
“Cuando uno está aquí y sabe la estatura de los hombres que pasaron por aquí es un gran honor, inspira mucho ese ejemplo de historia, pero sin duda también le recuerda a uno a diario que hay que ser humilde, respetuoso y que hay que poner el mejor esfuerzo patriota y republicano para continuar con la obra que otros mexicanos destacados hicieron desde esta oficina y desde este escritorio”, confesó.
Y así como hace casi un siglo, el reto era lograr que millones de mexicanos aprendieran a leer y escribir; hoy, el titular de la SEP aseguró que la tarea más importante es llevar la Reforma Educativa hasta las aulas para que millones de niños puedan competir de tú a tú en el mundo globalizado del siglo XXI.
En la celebración de este 95 aniversario, el secretario de Educación Pública contó que de Vasconcelos admira la pasión y la fuerza con la que trabajó para construir un sistema educativo que en ese entonces parecía una utopía y que a más de nueve décadas de distancia hoy también lo parece la Reforma Educativa a la que tanto se opone la CNTE.
En charla con Excélsior, Nuño Mayer comentó que a pesar de que el autor de La Raza cósmica sólo fue secretario tres años dejó un legado importante, pues “lo admirable fue la visión, la fuerza y la potencia con la que inspiró al país y sentó las bases para tener un sistema educativo nacional”.
Pero a decir de Nuño, al igual que el filósofo y abogado que nunca ocultó la influencia mística, Jaime Torres Bodet, también fue uno de los secretarios más sobresalientes; fue un hombre que en momentos difíciles tuvo “gran temple y una gran conducción política” para darle estructura al sistema educativo y crear los libros de texto gratuito.
Al cuestionarle sobre cuáles son las diferencias entre la secretaría surgida en 1921 y la de 2016, el titular de la SEP consideró que “la esencia sigue siendo la misma”, porque tanto en esa época postrevolucionaria como en la del siglo XXI lo que se busca es consolidar un proyecto educativo para lograr el desarrollo nacional.
Sin embargo, son mundos muy distintos. Cuando se fundó la Secretaría de Educación, México tenía alrededor de 15 millones de habitantes, únicamente 30% de los niños asistía a la escuela, era un país rural, donde casi 80% de la población era analfabeta.
En la actualidad, el país tiene 120 millones de habitantes, sólo 6% de la población no sabe leer y escribir, y ahora el mayor reto es tener mexicanos preparados con calidad para enfrentarse a un mundo globalizado de constante generación de conocimiento.
Transmite fuerza
Al asegurar que no es un secretario de escritorio, pero que sí tiene uno que lo inspira todos los días, el titular de la SEP relató que por las mañanas asiste a los eventos y giras por el país, pero siempre regresa a la oficina por la tarde o noche y es aquí donde tiene reuniones con su equipo de trabajo, donde toman decisiones y donde recibe a mucha gente, por lo que divide su tiempo entre pulsar el sistema educativo visitando las escuelas, para luego planear y plasmar decisiones en el escritorio que Vasconcelos mudó de la Universidad Nacional a la SEP en 1921.
“Es un escritorio, que como muchas de las cosas que hizo Vasconcelos, está lleno de símbolos. La Secretaría de Educación tiene muchos símbolos que fueron autoría de José Vasconcelos, quien tenía una visión altamente simbólica y estética de la educación”, aseveró.
Por ello, este escritorio está impregnado de una mezcla de mística y sabiduría. Por el frente se distingue el símbolo de la Universidad Nacional con su lema “Por mi raza hablará el espíritu”, pero en la superficie resalta un zodiaco.
“Es un escritorio que Vasconcelos mandó a hacer con un grupo de ebanistas que dirigía un hijo de Justo Sierra, o sea que encima de la construcción del escritorio hay un gran contenido educativo”, donde además reposa la estatua de una Minerva comprada por Vasconcelos en una tienda de antigüedades del centro histórico y que desde entonces ha permanecido en el mismo sitio, convirtiéndose en parte de la historia de esta secretaría, pues el mito señala que si alguien la mueve, puede dejar el cargo de manera sorpresiva e inmediata, de modo que ni la tocan para no averiguar si es cierta esa leyenda.
Proyecto, adelante
“Vasconcelos decía que era la diosa de la sabiduría y de la guerra, y en los simbolismos que le gustaban, decía que el escritorio le daba tanto la sabiduría como la fuerza que se requería para sacar adelante el proyecto educativo”, de modo que la Minerva ha sido parte de éste, “y ahí está, no la hemos movido ni pensamos moverla, y es parte ya de la historia de esta gran secretaría”.
¿A usted le da esa fuerza y sabiduría para dirigir la política educativa de país?
“Sin duda, la propia historia de la secretaría, el legado que dejaron mexicanos de una gran estatura, es un recordatorio de humildad, de trabajo fuerte, pero también de estar convencido que este es el proyecto más importante para la República y sin duda, uno toma fuerzas de ahí, se inspira e intenta, a mí que además me gusta mucho la historia, tomar experiencias, conocimientos, no sé si sabiduría, pero sí esa profundidad que se debe tener cuando uno toma decisiones desde esta oficina”, comentó.
Además de recibir fuerza, claridad y firmeza de su oficina, el secretario aseguró que “la historia es una buena aliada para tomar decisiones”, especialmente en este contexto donde no puede permitir que se violente la aplicación de la Reforma Educativa y las evaluaciones docentes por la resistencia de la minoría de los maestros.
Y desde esta oficina cubierta de historia, Nuño Mayer está convencido que sería un error estar todo el día encerrado en la secretaría, pero también sería erróneo no estar en la oficina, donde se hace un trabajo de análisis serio y se toman las decisiones de la política educativa del país.