Ronda la impunidad en el caso del sacerdote acusado de violar a un joven en el interior de la Catedral Metropolitana
La Iglesia Católica en Oaxaca encabezada por el arzobispo José Luis Chávez Botello no ha iniciado una investigación al respecto
Jazmín GÓMEZ
El presunto caso de violación cometido en marzo de este año al interior de la Catedral Metropolitana por el encargado de la misma, el sacerdote Carlos Franco Pérez, pone en entredicho la actuación del clero ante la Comisión de Ilícitos, como lo fueron en su momento los presuntos casos de pederastia cometidos en una comunidad indígena de la Sierra Norte en 2013.
Bajo el expediente 274/2016 el juez cuarto de lo penal, libró la orden de aprehensión en contra del sacerdote Carlos Franco Pérez Méndez, ejecutada el 15 de julio de este año, sin embargo fue liberado una semana después de acuerdo a su abogado defensor “por falta de elementos que demostraran su culpabilidad”.
En noviembre del 2013 también fue encarcelado el párroco Gerardo Silvestre Hernández por presuntamente abusar sexualmente de al menos 45 niños de la Sierra Norte de esta entidad. Hasta ahora no se le ha dictado sentencia.
A partir del último caso denunciado, los servicios para el proceso de renovación de comunión y confirmación, así como actividades de evangelización al interior de la Catedral Metropolitana, que estaban a cardo del presbítero Carlos Franco, fueron suspendidos desde el 20 de julio, hasta nuevo aviso.
Quienes estaban al frente de grupos de ministros, de liturgia, de familias, de catequistas y coros fueron informados que a partir del miércoles 20 de julio quedaban expulsados y oficialmente desintegrados, mientras que un promedio 180 jóvenes y adultos que llevaban el proceso de renovación para comunión y confirmación podrían no recibir papeles por parte de la arquidiócesis.
Mezcal y sexo
El joven Lenin Moisés López, de 20 años de edad, ex catequista de la Catedral, denunció al sacerdote Carlos Franco, quien presuntamente en marzo de este año abusó sexualmente de él, mientras pretendía hacer lo mismo con otro de sus compañeros.
Expresó que con motivo de la Semana Santa y el exceso de trabajo, accedieron a quedarse a dormir en el curato de la Catedral, en donde el padre Carlos Franco les invitó a él y su amigo de 17 años de edad, unas copas de mezcal. De acuerdo al relato consumieron al menos tres copas él y su amigo, con lo cual de inmediato se sintieron mareados.
Mencionó que el mismo sacerdote consumió la bebida embriagante y comenzó a mostrar conductas inapropiadas como tocar en la entrepierna a su amigo, lo que causó su indignación y molestia con el religioso a quien pidió que dejara que su amigo se fuera a dormir porque se le veía muy mal.
Su amigo se fue a dormir y cuando él se disponía a hacer lo mismo, el sacerdote comenzó a mostrarse violento, lo lanzó contra la pared y perdió el conocimiento. Al día siguiente tenía una herida en la cabeza, así como dolores en la entrepierna, hinchazón y se veía un destrozo en el cuarto donde se quedó dormido, así lo vio Laura Antonio Zaragoza, coordinadora de Procesos y quien es ahora su testigo.
Lenin dijo que accedió a presentar su denuncia porque no quiere que suceda lo mismo con otros niños o jóvenes que se confían en la investidura de un sacerdote para creer que son buenas personas en las que puedan depositar su confianza.
El joven salió ante medios de comunicación, acompañado de Laura Antonio Zaragoza para exigir a las autoridades se haga justicia en su caso, pues no debe prevalecer el poder “de la iglesia” ante la verdad. Ambos acusaron que el Arzobispo José Luis Chávez Botello, en ningún momento mostró interés porque se atendiera de inmediato el caso, por el contrario les pidió “absoluta discreción”.
En 2013 como ahora, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello fue señalado de encubrir a los responsables al no realizar una investigación a fondo de los supuestos abusos cometidos por sacerdotes.
El clero se defiende
El domingo 17 de julio, el arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, acompañado del canciller Lorenzo Fanelli de Liddo, afirmaron que desde que tuvieron conocimiento del caso mostraron disposición ante las autoridades encargadas de procurar justicia para que se investigara y se conociera la verdad.
El canciller dijo que la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca procede con apego a la verdad y justicia, y que cuando se tuvo conocimiento del presunto caso de abuso sexual se atendió y solicitó la intervención de autoridades.
Infirmó que el 27 de marzo se otorgó una audiencia a familiares de las presuntas víctimas, para el 10 de abril separaron del cargo eclesiástico que ejercía al sacerdote Carlos Franco Pérez como medida preventiva, asimismo enviaron una carta al fiscal Héctor Joaquín Ruiz, para que se pusiera el caso a disposición de un juez.
El Arzobispo José Luis Chávez Botello manifestó que son las instancias las que tienen que esclarecer los hechos, y que en los únicos dos casos donde hay denuncias y ha tenido conocimiento la iglesia se ha mostrado toda la disposición para contribuir con las investigaciones y se castigue a los responsables si hay delito.
El dato:
La Fiscalía General del Estado ejecutó una orden de aprehensión contra el sacerdote Carlos Franco Pérez el 15 de julio pasado, pero una semana después el religioso fue liberado “por falta de elementos que demostraran su culpabilidad”
“Soy inocente”
Lenin Moisés López exigió a las autoridades estatales que se haga justicia en su caso para evitar que este tipo de delitos queden impunes ante el poder de la iglesia que se aferra en defender a curas que cometen delitos.
Mencionó que hay videos al interior de la Catedral que el clero se niega a revelar o entregar a las autoridades, en donde podría darse a conocer cómo estuvieron los hechos para castigar al responsable.
A su vez, el sacerdote Carlos Franco Pérez negó haber cometido el delito del que lo acusan “Soy inocente de las acusaciones que me hicieron”, dijo ante las autoridades ministeriales, mientras su abogado expresó que no hay pruebas que lo inculpen.
Manifestó que desde el primer momento en que tuvo conocimiento de las acusaciones que hicieron en su contra por hechos cuestionables y condenables, acudió a la autoridad encargada de procuración de justicia para manifestar la verdad de los hechos ante la acusación que le puso en entredicho.