El historiador, escritor y cronista de la ciudad deja un gran legado cultural e intelectual
El Cabildo en pleno de la ciudad rindió un homenaje póstumo a quien fuera rector de la UABJO
José HANNAN ROBLES
Recordado como un gran oaxaqueño, como un hombre con un gran amor e interés por Oaxaca, el Cabildo de la ciudad, encabezado por el presidente municipal, Javier Villacaña Jiménez, rindió homenaje póstumo al cronista de la ciudad, Rubén Vasconcelos Beltrán, quien falleció el pasado miércoles 29 de junio.
Los regidores Heliodoro Caballero Valencia, Francisco Jiménez y Rosa Silvia García Pineda, recordaron el legado del historiador y escritor que en los años mozos de su vida fue peluquero, oficio que aprendió de su abuelo, y bolero, según él mismo platicaba.
Cada uno de los oradores enalteció el legado del autor de obras como Oaxaca, Ciudad para Vivirla y Contarla, cuya séptima edición fue presentada por el propio Vasconcelos Beltrán, el pasado mes de abril.
Caballero Valencia citó que Vasconcelos Beltrán fue uno y múltiple a la vez por la riqueza de su actividad.
El barrio de la Merced lo vio nacer casi a mediados del siglo pasado, siendo de ahí donde surgió su gran amor e interés por la ciudad de Oaxaca, comentó.
Fue alumno y terminó la licenciatura en administración en el Instituto de Ciencias y Artes, que a la postre sería la actual Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, de la cual fue rector.
Fue becado por la Organización de Estados Americanos para hacer su posgrado en la Escuela de Administración de Sao Paulo, Brasil.
Se distinguió como catedrático de las preparatorias y la Escuela de Contaduría de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, alternando la docencia con las responsabilidades que le fueron conferidas en la administración pública, en las que destacan su labor al frente de la Dirección de Educación, Cultura, Bienestar y Arte.
Caballero Valencia destacó que cuando Vasconcelos Beltrán fungió como titular de esta dependencia impulsó, entre otras muchas actividades, la investigación y elaboración de textos sobre edificios sobresalientes y templos de esta ciudad, en los cuales describe la historia de su construcción y rasgos arquitectónicos de cada uno de ellos.
Esta, refirió, es una sola faceta del maestro Rubén Vasconcelos, ya que no solo cultivó la historia, la retórica, la filosofía sino que también fue un magnífico y prolífero escritor y periodista. Como cronista de la ciudad de Oaxaca, fue autor durante muchos años de una columna titulada Oaxaca, Ciudad para Vivirla y Contarla, en la cual escribía semblanzas y reportajes de esta ciudad, sus obras son variadas pues lo mismo escribió crónicas que ensayos sobre el Día de Muertos, los barrios, los hombres de Oaxaca, leyendas de Oaxaca, entre otros muchos temas.
En su pieza oratoria, Caballero Valencia citó que ante su incansable labor, Rubén Vasconcelos Beltrán formó parte de la Asociación Nacional de Licenciados en Administración, miembro del Club Rotario, fue integrante de la Asociación Nacional de Geografía y Estadística, así como del Seminario de Cultura Mexicana y del Concejo del Centro Histórico de Oaxaca.
Fue diputado local en el Congreso del Estado de Oaxaca.
Como amante del buen decir, de la palabra y la oratoria, el promotor de la educación y la cultura, logró que los concursos nacionales de oratoria Benito Juárez, fueran institucionalizados, el Congreso local recibe a los mejores oradores de México para escuchar su palabra, y ahí dejó su espíritu plasmado el maestro Rubén Vasconcelos para toda la historia, recalcó.
El regidor sostuvo que Vasconcelos Beltrán fue siempre una persona sencilla y muy humana, invariablemente dispuesto a compartir la enciclopédica cultura que poseía, “su espíritu sencillo, pero siempre emprendedor lo dibuja en una anécdota que nos contó, cuando trabajó como peluquero para poderse costear sus estudios. Sin lugar a duda, fue un hombre fuerte de carácter”.
Citó las palabras del maestro Muñoz Cota en su obra El Hombre y su Palabra: Que la profesión más difícil es la de ser hombre de bien y un ejemplo para los demás, y eso precisamente fue lo que distinguió al maestro Rubén Vasconcelos, fue un hombre de bien y ejemplo para todos.
“Oaxaca está de luto por su partida, pero sin lugar a dudas sus obras, sus enseñanzas y su ejemplo vivirán para siempre y por siempre en los corazones de todos los oaxaqueños. Hoy sin lugar a dudas el maestro Rubén Vasconcelos es patrimonio cultural de nuestra ciudad”.
El homenaje póstumo concluyó con un minuto de aplausos.
Le sobreviven su esposa Silvia Georgina Méndez de Vasconcelos, sus hijos Silvia María, Rubén, Mónica, Eugenio y Juan Pablo Vasconcelos Méndez. Su hijo Darío, ya fallecido.
Rubén Vasconcelos Beltrán, nació en la ciudad de Oaxaca, cursó sus estudios en la Escuela Primaria Urbana Federa Enrique Pestalozzi, en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado la preparatoria general, titulándose como licenciado en administración de empresas en la Escuela de Comercio y Administración de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
Fue becado por la Organización de Estados Americanos para hacer su posgrado en la Escuela de Administración de Empresas de la Fundación Getulio Vargas de Sao Paulo, Brasil.
Se desempeñó como director de la Escuela de Artesanías Oaxaqueñas, director del Instituto de Investigaciones Sociales para la Integración del Estado, director de Educación Cultura y Bienestar Social, director general del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, representante estatal del CONALEP, fue diputado local y cronista de la ciudad, entre otros cargos.