El exalcalde de Oaxaca está dispuesto a ir a la cárcel si le comprueban que incurrió en algún acto fuera de la ley; rechaza imputaciones sobre el desvío de 90 millones de pesos durante su administración
Agencia apro
El expresidente municipal de Oaxaca, Luis Ugartechea Begué, afirma que está dispuesto a entregarse e ir a la cárcel si le comprueban que cometió un acto indigno o fuera de la ley.
“Por mí no hay problema, si la arman muy bien voy a la cárcel y me entrego en las residencias, en las oficinas o los aviones particulares de Jorge Castillo, quien es el que manda, el que persigue y genera las candidaturas en Oaxaca”, subraya.
“Jorge Castillo es el símbolo del verdadero poder, es el verdugo de Oaxaca (y) Gabino Cué sólo tiene una administración de conflictos, no un gobierno del cambio”.
En entrevista exclusiva con Apro, el panista responde a las acusaciones de presuntos actos de corrupción y explica su alejamiento y diferencias con el gobierno de Cué.
Lo peor de todo, dice, es que el “PRI va a regresar (a la gubernatura) por errores de este gobierno. El PRI va a regresar porque es un plan premeditado desde el propio círculo (de Gabino Cué) orquestado por el verdugo (Jorge Castillo, señalado como operador político del gobernador y representante de Oaxaca en el Distrito Federal)”.
Sobre las imputaciones en su contra por el presunto desvío de aproximadamente 90 millones de pesos durante su gestión como alcalde de la capital oaxaqueña, sostiene que el priista Javier Villacaña sólo realiza “el trabajo sucio” de quien realmente lo llevó a la presidencia municipal, Jorge Castillo, quien además –apunta– le ha impuesto proveedores poblanos con su respectiva comisión.
Luego de señalar que “si la arman muy bien” se va a la cárcel, Ugartechea aclara que antes de dejar la alcaldía no pidió impunidad porque no debe nada. “Estoy seguro de ello y me parece que ha sido muy mal llevado el proceso porque no hemos sido notificados, entonces es complicado responder ante acusaciones mediáticas que no tienen un sustento legal”.
El expresidente municipal acepta que la persecución en su contra puede obedecer a una “venganza, odio o rencor por los lazos de familia” con el exgobernador Jesús Martínez Álvarez.
Respecto de los 90 millones de pesos “desviados”, asegura que el gobierno estatal nunca le entregó esos recursos, aunque ya estaban etiquetados para el municipio.
“Me quedó claro el 30 de diciembre que había un acuerdo político. El 2013 fue muy complicado financieramente. No se dieron 58 millones de pesos que le correspondían al municipio, tampoco se dieron 24 millones que eran para ciudades patrimonio (y) ahora están pavimentando todo. Te doy el dinero, se lo das a los dragones de Puebla y todos felices y contentos”.
Agrega:
“Vaya ironía, hace años acompañamos a Gabino Cué a la Procuraduría, pero esta vez me presentaré ante Jorge Castillo, que es el símbolo del verdadero poder, el verdugo que tiene algún interés en esto para ver si nos presentamos en las oficinas de la ciudad de México, de Oaxaca, en algunas de sus residencias o en algunos de sus aviones”.
Jorge Castillo, sostiene, es “alguien que sí ha dañado al país (fue inhabilitado cuando Diódoro Carrasco fue secretario de Gobernación), al estado (donde unos audioescándalos revelaron cómo se repartieron o vendieron las candidaturas con los dirigentes de los partidos del PAN y PRD con la protección del gobernador) y a la ciudad”.
No soy un ladrón
Luis Ugartechea Begué se queja de que en los últimos meses lo han acusado de todo. “Creo que si en estos momentos temblara en Oaxaca, acabaría de ser el responsable de todo ello, (pero) no soy un ladrón”, apunta.
Prosigue:
“Creo que cualquier persona en un proceso de este tipo primero tuvo que entregar copia firmada de entrega-recepción, mis derechos de defensa y contestación, tener mis derechos garantizados. Sin embargo, no hemos sido notificados, entonces es complicado responder ante acusaciones mediáticas que no tienen un sustento legal”.
El portal página3.mx refiere que en la administración municipal de Luis Ugartechea Begué se realizaron “pagos directos al exdirector de obras municipales, David Erasto Prieto Flores, por más de 7 millones 949 mil 206 pesos con 99 centavos”. A este último, añade, se le investiga “por una red de corrupción de la administración anterior y malversación de recursos públicos”.
Según la información de se portal, Prieto Flores reingresó a las arcas municipales 2 millones 737 mil 640 pesos con 50 centavos y adeuda 4 millones 248 mil 666 pesos con 34 centavos.
Al respecto, Ugartechea insiste: “Les digo que no soy un ladrón, que nos defenderemos (primero) en la parte legal para saber de qué se nos acusa; segundo, en la parte mediática, para que quede claro que no soy un ladrón. Ahora resulta que soy un ladrón y el peor presidente de Oaxaca”, subraya.
El exalcalde no niega que “obviamente” se cometieron errores y hay costos políticos que debe pagar. También admite que en el periodo de transición hizo un solo acuerdo “y es el tema de la deuda que incluye a proveedores, incluye medios de comunicación, constructores, materiales, que se les pagará. No importará que se lleve él (Javier Villacaña) el reconocimiento, pero se les pagará porque son empresas oaxaqueñas y el dinero se queda acá”, dice.
Sin embargo, tres meses después ese acuerdo no se ha cumplido porque no se recibió el total de los recursos.
“Dejamos una deuda cercana a los 50 millones, y el acuerdo tan estaba que hay testimonios públicos que hablan de una deuda de 70 millones. Lo que sí me parecería muy mal es que se haya apartado ese dinero para darlo a los dragones (máquinas para pavimentación) de siempre, que no de Oaxaca, y a una empresa de Puebla para Jardinería. Eso es aberrante”.
Lo que sí le preocuparía, admite Luis Ugartechea Begué, “es que alguien como Francisco Toledo me acusara de ladrón”. Para él, añade, “sería más grave que alguien con calidad moral me dijera ladrón que dos personas (Castillo y Villicaña) que lo que pretenden no sé si sea venganza, odio o rencor”.
Según el expresidente municipal, desde la Guelaguetza de julio de 2013 le quedó claro que su permanencia no era grata “y la falta de recursos me pareció señales importantes”.
Dice que ahora querrán ir contra algunos miembros de su equipo, pero se defenderán hasta que se compruebe si verdaderamente cometieron un acto indigno o fuera de la ley.