Una Virgen de las Barricadas y el Niño APPO, estandartes religiosos del movimiento social de 2006, lideraron la marcha que la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) realizó este viernes.
Una década después de las barricadas y la guerra contra la policía, algunos escenarios intentan ser repetidos por el magisterio. Miles de maestros, integrantes de organizaciones sociales y padres de familia, avanzaron hacia el zócalo de la ciudad desde el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) -resguardado por uniformados- ante el intimidante bajo vuelo de un helicóptero en el que se leía «Policía Federal».
La concentración inició desde temprana hora en el IEEPO. Al arribo de los trabajadores de la educación le sucedió el de los vendedores de sombreros y sombrillas que aprovecharon para realizar las ventas más altas de la semana.
Mientras los contingentes se formaban uno a continuación de otro, tras los grupos de padres de familia que se unieron a la protesta, la representante de la comisión política de la región de los Valles Centrales, Lilia Ortiz Martínez admitió que los escenarios para el magisterio han cambiado, pero insistió en que el movimiento no se ha debilitado.
Toman caseta de Huitzo
Alrededor de las ocho horas, integrantes de la representación magisterial de la región Mixteca arribaron al punto de cobro de Caminos y Puentes Federales (Capufe), ubicado en San Pablo Huitzo, donde permanecieron al menos una hora y permitieron el paso libre de vehículos.
Al respecto, uniformados a cargo de custodiar la caseta informaron que los manifestantes no pueden ser desalojados o replegados, a menos que pidan cuotas a los choferes de los vehículos que cruzan por el lugar.
Luego, el contingente se trasladó al IEEPO, donde se encontraron los grupos representativos de cada región y organizaciones sociales.
«¡Ese apoyo sí se ve!»
«¡Sí se ve, sí se ve, ese apoyo sí se ve!», coreaban los profesores mientras los bloques de padres de familia se alistaban para partir en marcha. Tras ellos, la representación magisterial y de organizaciones logró agrupar una multitud de al menos 10 mil personas.
Los responsables de alumnos de diferentes escuelas del estado portaron cartulinas en mano para respaldar la lucha que iniciaron los maestros desde el pasado 15 de mayo. El contraste se vivió en plena calle, donde los automovilistas padecieron el paso del enorme grupo, que duró por lo menos tres horas.
Cláxones imparables, personas contrariadas y murmullos que rezaban: «¡Otra vez los maestros!», contrastaron con las consignas que, a ritmo de banda, avanzaban bajo el sol hacia el centro de la ciudad.
Cambio de sede
El itinerario marcaba que el mitin se realizaría en el zócalo capitalino. No obstante, ante la asistencia de miles de manifestantes, la intervención de los dirigentes del movimiento se realizó en la Plaza de la Danza, donde los trabajadores de la educación reconocieron a los padres de familia que se solidarizaron con su causa y advirtieron que las manifestaciones seguirán, a pesar de las afectaciones a la ciudadanía.
Luego del acto público, los integrantes del contingente se fueron dispersando poco a poco. Un grupo menor al original arribó casi una hora después al zócalo donde se hizo un segundo pronunciamiento en contra de la reforma educativa y, donde la Sección 22 advirtió que este sábado volverá a desquiciar la vialidad, con una marcha del monumento a Juárez al primer cuadro de la ciudad.
