José HANNAN ROBLES
Fotos: Jairo ARAGÓN
El área metropolitana de Oaxaca tenía en el año 2005, según el censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Consejo Nacional de Población (Conapo), 543 mil 721 habitantes, cinco años después, en 2010, esta cifra creció a 593 mil 522 pobladores. Actualmente la población se estima en cerca de un millón de personas.
Siendo la ciudad de Oaxaca el centro comercial, educativo, religioso, hospitalario y de servicios de la zona metropolitana, conformada por los municipios Ánimas Trujano, San Agustín de las Juntas, San Agustín Yatareni, San Andrés Huayapam, San Antonio de la Cal, San Bartolo Coyotepec, San Felipe del Agua, San Jacinto Amilpas, San Lorenzo Cacaotepec, San Pablo Etla.
San Sebastián Tutla, Santa Cruz Amilpas, Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Lucía del Camino, Santa María Atzompa, Santa María Coyotepec, Santa María del Tule, Santa Rosa Panzacola, Santo Domingo Tomaltepec, Tlalixtac de Cabrera y la Villa de Zaachila, recibe diariamente miles de personas y vehículos procedentes de estas comunidades.
Los problemas que más
Afectan a la ciudad capital
A unos días del 484 aniversario de que Oaxaca recibiera el título de ciudad por parte de una cédula real firmada por Carlos I en Medina del Campo, 25 de abril de 1532, denominándose la muy noble y leal Ciudad de Antequera, vive una serie de problemas que van de las dificultades que presentan las obras en construcción hasta la saturación vehicular, pasando por el comercio ambulante, basura, marchas y plantones, dice el cronista de la ciudad, Rubén Vasconcelos Beltrán.
“La ciudad, resiente la influencia de muchos factores que inciden en su imagen y en su presencia física. Yo creo que muchas personas que visitan el centro de la ciudad, la califican como una ciudad muy sucia”, agregó.
Puso como ejemplo, las miles de personas traídas de otras latitudes y de las colonias de la ciudad a eventos políticos, que dejan la ciudad llena de basura. Los turistas no lo entienden porque desconocen este factor, expresó.
También se refirió a las obras que realizan los gobiernos estatal y municipal al concluir su gestión, las cuales causan obstáculos en el tráfico vehicular y molestias en la ciudadanía.
Citó la remodelación del mercado Benito Juárez, que originó que los comerciantes se reubicaran, al menos por seis meses, en las calles aledañas, afectando la imagen del Centro Histórico.
“Ni modo, tiene que hacerse, porque no hay otra opción para instalar a los mercaderes que han sido colocados de la mejor manera en la vía pública. No es el mejor lugar, pero existe un factor determinante que propicia que los lugares, que en otro caso no se deberían de ocupar, para mejorar la presencia de la ciudad, se tengan que utilizar”, expresó.
En este tenor, mencionó las obras que se realizan para la introducción del Metrobús o Citybús, han puesto de manifiesto el enojo de vecinos de la Calzada Madero y de los conductores.
A esto se suma el andador peatonal que se continúa construyendo en la calle García Vigil, que al igual que los centros deportivos inaugurados recientemente han causado muchos problemas en el tráfico vial y entre los comerciantes y habitantes donde se edifican, refirió.
Desmedido crecimiento
Del parque vehicular
En la ciudad circulan diariamente aproximadamente 150 mil vehículos procedentes de los municipios conurbados, a los que se suman 861 autobuses del transporte urbano y 367 suburbanos que cubren alrededor de 100 rutas.
El cronista de la ciudad sostuvo que en la capital del estado se presenta un desmedido e incontrolado crecimiento del parque vehicular. La competencia de marcas de automóviles y la forma tan fácil de hacerse de una unidad a crédito, dijo, induce a las personas a adquirirlas, en ocasiones le dan prioridad a la compra de un coche que a la de una casa.
La ciudad está saturada de vehículos de motor, no es fácil encontrar estacionamiento en la vía pública, y son constantes los embotellamientos y el lento avance, lo que contribuye a la contaminación.
La estructura misma de la urbe impide vivir en otra forma, porque es una ciudad pequeña, con calles angostas, que no tiene mucha extensión ni forma de salir rápidamente de ella.
A esto, agregó, se suman los bloqueos, las marchas, la obstrucción de las calles por el transporte urbano y los camiones distribuidores de refresco, cerveza, gas, agua, comida chatarra, entre otros que se estacionan a cualquier hora en las avenidas, para descargar sus productos.
En este sentido, el Cronista de la ciudad llamó a las autoridades a aplicar el reglamento respectivo, para que los camiones repartidores se sujeten a un horario después de las 22:00 horas, cuando el tráfico es menor, ya que no es posible que una ciudad patrimonio de la humanidad viva estas irregularidades.
Por desplomarse medio
Centenar de inmuebles
De acuerdo a cifras proporcionadas por Protección Civil Municipal, en el Centro Histórico hay 49 inmuebles en completo deterioro, con riesgo de venirse a tierra.
Muchas de estas casas, comentó, pertenecieron a familias muy importantes que ya murieron, las heredaron a sus hijos, actualmente de edad avanzada, que carecen de recursos económicos para su mantenimiento, pues apenas tienen para sobrevivir.
Imposible para ellos pagar los impuestos de un terreno en el centro de la ciudad, mucho menos solventar los gastos que representa una reconstrucción, agregó.
Otras de estas fincas, que en sus buenos tiempos lucieron en magnífico estado, hoy están inmersas en litigios legales, porque sus dueños las dejaron intestadas.
Recordó la Casa Chata, ubicada en las calles Libres y Murguía, que tiene muchas accesorias, que hace muchos años fueron ocupadas por talleres de carpintería, herrería, panadería, arreglo de bicicletas, misceláneas, entre otros negocios. Actualmente este inmueble se encuentra abandonado y destruyéndose.
Vasconcelos Beltrán habló del comercio ambulante que tiene invadidas las calles céntricas de la ciudad, si bien, dijo, son personas que tienen necesidad de buscar el sustento diario, también tienen la obligación de respetar el reglamento municipal que prohíbe el comercio en la vía pública.
Las obras que se realizan en la continuación del andador peatonal en la calle García Vigil, así como las ejecutadas en el barrio Jalatlaco, en los deportivos del Instituto Tecnológico de Oaxaca y el Venustiano Carranza, son acciones que han causado muchas molestias, que han ahogado el tráfico vehicular, sin embargo se tienen que hacer y al concluirse las expresiones son en el sentido de “qué bonita quedó”.
“Somos un millón de personas en el área metropolitana, ¿qué cosas no pueden suceder diariamente en un espacio cohabitado por un millón de personas?; actualmente con las vías y medios de comunicación, Oaxaca ya no es la ciudad que nosotros vivimos de pura gente que nos conocíamos, porque éramos muy poquitos”.
Sin embargo, resaltó el Cronista, Oaxaca es una ciudad habitable, todavía vivible, en términos generales una ciudad de paz, con problemas sí, pero somos un millón de personas que convivimos diariamente.
Vivimos una ciudad que no tiene parangón a nivel nacional.
Llamó a seguir trabajando por la ciudad, a seguir viviendo para alentarla, cuidarla, mantenerla limpia, dejar de utilizar el coche para evitar dobles filas y facilitar el tránsito, para tener una ciudad ideal sin basura en cada esquina, con aíre limpio, sembrar árboles para recuperar los perdidos en deforestaciones y talas.