Agencias.-En marzo pasado, las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Villahermosa, la región norte de la Ciudad de México y Acapulco con 89.7%, 87.4% y 85.8%, respectivamente, de acuerdo con la información más reciente de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por su parte, las ciudades cuya percepción de inseguridad fue menor fueron: Tepic, Campeche y Mérida con 30%, 43.2% y 44.5%, respectivamente. Esta es la primera ocasión que la encuesta revela los resultados de las 35 principales ciudades del país.
Asimismo, el 80% de la población de 18 años y más manifestó sentirse inseguro en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, el 72.7% en el transporte público, el 64.8% en el banco, y 61.3% en las calles que habitualmente usa.
En marzo de 2016 el 34.6 % de la población adulta consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguiría igual de mal, lo que representa una disminución de 3.5 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre de 2015.
Por otra parte, 33.3% de población mencionó que la situación empeorará en los próximos 12 meses, lo que representa un aumento en el indicador de 8.3 puntos porcentuales respecto a marzo de 2015.
Los resultados del undécimo levantamiento de la ENSU revelan que durante el primer trimestre de 2016, la proporción de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda, fueron: consumo de alcohol en las calles (67%), robos o asaltos (64.6%) y vandalismo (58.2%), venta o consumo de drogas (40.6%), bandas violentas o pandillerismo (37.8%) y disparos frecuentes con armas (29.4%).
El 68.3% de la población residente en las ciudades objeto de estudio, manifestó que durante el primer trimestre de 2016 modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito; mientras que 62.4% reconoció haber cambiado hábitos respecto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda”; 53.8% cambió rutinas en cuanto a “caminar por los alrededores de su vivienda después de las ocho de la noche” y 34.7% cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.
Respecto a marzo de 2015, se observaron incrementos de 3.5 y 3.4 puntos porcentuales en la proporción de la población, que por temor a sufrir algún delito, cambió sus hábitos relacionados con “visitar parientes o amigos” y “llevar cosas de valor”, respectivamente.