Agencias.- La escasez en el suministro de agua potable en muchas ciudades del país se ha convertido en uno de los principales problemas urbanos y una demanda sentida de la población. Dicha problemática aumenta en esta época de estiaje cuando millones de usuarios no reciben el vital líquido en sus domicilios.
En México, el acceso, la eficiencia y la calidad de los servicios de agua y saneamiento varían mucho de una localidad a otra, reflejando en gran medida los diferentes niveles de desarrollo en todo el país. En general, el sector de agua y saneamiento mexicano está marcado por los siguientes problemas: baja eficiencia técnica y comercial en la prestación de los servicios; calidad inadecuada de los servicios de abastecimiento de agua; calidad deficiente de los servicios de saneamiento, especialmente en lo que respecta al tratamiento de aguas residuales; y cobertura insuficiente en las zonas rurales más pobres.
Durante los últimos diez años, el sector de agua y saneamiento en México logró importantes avances en la cobertura de servicios en lo que se refiere a cobertura del abastecimiento de agua y del saneamiento. No obstante, en las zonas rurales y en la región sur del país estos niveles de cobertura continúan siendo bajos, especialmente en lo que se refiere al saneamiento.
El pasado 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua y México lo festeja con mil 135 municipios con algún grado de sequía; es decir, casi 50% del territorio nacional. De acuerdo con el reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del 29 de febrero de este año, 837 municipios de 26 entidades federativas presentan clima anormalmente seco, 245 sufren sequía moderada, 33 padecen sequía severa y en 20 es extrema.
El estado que tiene mayor número de municipios dentro de la lista de la dependencia es Oaxaca, con 280 municipios con algún grado de sequía, es decir, casi la mitad de su territorio, pues a la entidad la conforman 570 ayuntamientos; a ésta le sigue Veracruz, con 153 municipios afectados, de 212 alcaldías; Yucatán con 86, de 106; Michoacán, con 74 de 113; Puebla, con 65 de 217; Sonora, con 51 de 72, y Guerrero también con 51 municipios afectados de los 81 que posee.
Sin embargo, existen diferencias sustanciales entre el sureste y el norte del país, ya que hay áreas con gran escasez de agua y regiones con frecuentes eventos hidrometeorológicos, como huracanes y precipitaciones fuertes, que originan costosas inundaciones y afectaciones en la infraestructura, como los huracanes Ingrid y Manuel de 2014, que dejaron más de cien muertos y miles de damnificados.
En la zona centro-norte de México se concentra 27% de la población, se genera 79% del PIB y se cuenta con sólo 32% del agua renovable; en cambio, en la zona sur, donde está 68% del agua, se asienta sólo 23% de la población y se genera 21% del PIB. A pesar de que la cobertura nacional del agua en México es poco mayor a 91%, el 10% de la población carece de agua potable. Además 22.7% del agua superficial está contaminada o fuertemente contaminada; 33.2 por ciento del agua superficial tiene calidad aceptable y 44.1 por ciento observa calidad buena y excelente.
En las ciudades se desperdicia 40% del líquido por fugas en las redes de abastecimiento y distribución y tomas domiciliarias. Sólo 47.5% de las aguas residuales colectadas recibe tratamiento y sólo un porcentaje mucho más bajo cumple con la norma de la calidad de las descargas.
Aunque este año se prevé una fuerte sequía, la peor ocurrida en los últimos años fue en 2011 cuando, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el año agrícola tuvo 2.7 millones de hectáreas siniestradas en siete de los principales cultivos, sobre todo en Sinaloa, Zacatecas y Guanajuato. De acuerdo con un reporte la Comisión Nacional Forestal (Conafor), del 1 de enero al 10 de marzo han ocurrido dos mil 360 incendios forestales en 29 estados, afectando mil 390 hectáreas. Según la Cegam, 2012 fue un año particularmente grave en el tema de sequía y las previsiones para este año no se ven optimistas, pues este fenómeno tiende a agravarse.
«Una de las soluciones para el problema de desabasto de agua es la desalinización; sin embargo, el proceso no es económico, por lo que sí es una opción, pero compleja y costosa.» Los expertos señalan que la participación ciudadana es otra gran opción, pues se debe generar la conciencia, además de que uno de los problemas es que el agua está subsidiada por el gobierno, por lo que al ciudadano le cuesta muy poco, no se paga lo que realmente vale el agua, derivando en un problema, ya que no contribuye al uso correcto del líquido, lo que favorece a que el ciudadano no tenga una conciencia real del costo.
Y bueno de acuerdo a todo lo expresado anteriormente, el asunto del agua potable en Coahuila, Guerrero y Puebla no varía mucho. La crítica escasez que padecemos los habitantes de esta entidad suriana durante la etapa de estiaje, esto es de enero a junio se ha hecho insoportable. Si bien es cierto que el asunto del agua, está considerado como el primer problema de varios municipios del país, bien sabemos que no se puede remediar de la noche a la mañana.
Por lo que, la autoridad municipal debe emprender ese gran reto del redimensionamiento de los Sistemas Municipales de Agua Potable, el cual implica una gran cantidad de recursos que los municipios no tienen, por lo que el aprovisionamiento del dinero tiene que venir de los gobiernos de los estados y por qué no de créditos de organismos internacionales, que apoyan el desarrollo de los países emergentes. Hay que realizar una serie de estudios técnicos tanto de factibilidad como de financiamiento, que puedan factibilizar dicha magna obra en el mediano plazo y pueda ser continuada por las próximas administraciones municipales y estatales.
Sabemos que de las inversiones más importantes que tendrán que realizar las entidades y municipios serán en agua potable, pero es necesario continuar con los programas que han sido exitosos en apoyo a la población en una de las demandas más urgente que tenemos: el agua.
