Ciento noventa y tres pasajeros de las 202 personas que iban en el avión de la compañía aérea Ethiopian Airlines secuestrado en la madrugada del 17 de febrerocuando realizaba el trayecto Adis Abeba-Roma han llegado ya a la capital italiana y a Milán, procedentes del aeropuerto de Ginebra.
El suceso tuvo lugar cuando un ciudadano etíope de 30 años secuestró el avión de Ethiopian Airlines para hacerlo aterrizar en el aeropuerto de Ginebra y pedir a las autoridades suizas asilo político.
El secuestrador, que era el copiloto del vuelo ET-702, aprovechó un momento en el que el piloto salió al servicio para encerrarse en la cabina de mandos y tomar el control del aparato.
Cuando se quedó solo al mando del avión en torno a las 03:00 GMT, el secuestrador contactó con la torre de control del aeropuerto de Ginebra para solicitar permiso para aterrizar alegando problemas técnicos.
Media hora después, él mismo activó la alerta de secuestro, cuando el aparato sobrevolaba el sur de Italia.
A las 06.02 hora local (05.02 GMT), el avión tomaba tierra en la pista cinco del aeropuerto ginebrino rodeado de aviones militares y cuerpos de elite.
Una vez en tierra, el secuestrador, que no iba armado, descendió por una de las ventanas de la nave con una cuerda para dirigirse a las autoridades que se encontraban en la pista para informarles de lo sucedido y solicitar asilo político en Suiza, ya que su vida en Etiopía, según explicó, corre peligro.
Los pasajeros en ningún momento fueron conscientes de que habían sido secuestrados.