El lunes, el presidente Enrique Peña Nieto anunció en Houston que la importación de gasolinas por empresas diferentes a Pemex se adelantará al mes de abril y no hasta 2017.
Al respecto, Hacienda salió al paso para detener cualquier especulación sobre la baja del combustible, por lo que anoche aclaró que la liberación desde abril a la importación de gasolinas y diesel no tendrá efecto inmediato en una baja del precio al público.
La dependencia indicó que no habrá cambios ni en el esquema fiscal ni en el de precios máximos que aplica desde este año.
«El impuesto a los combustibles automotrices se paga en el momento de su importación o en su primera enajenación. Por lo tanto, un tercero que realice estas actividades pagará exactamente el mismo monto que el que Pemex paga actualmente», abundó.
De acuerdo con la Ley de Hidrocarburos, aprobada en 2014, los precios se determinarán bajo condiciones de mercado a partir del 1 de enero de 2018.
Consultada por Reforma, Rosanety Barrios, jefa de la Unidad de Políticas de Transformación Industrial de la Secretaría de Energía, aclaró que, si bien cualquier empresa podrá tramitar un permiso de importación ante la Sener a partir de abril, también deberá contar con otro permiso de comercialización que da la Comisión Reguladora de Energía, órgano que deberá fijar tarifas para que los privados accedan a infraestructura de transporte y almacenamiento de Pemex.