Agencias.-El papa Francisco se despidió este miércoles de la capital mexicana para abordar un vuelo hasta Ciudad Juárez, Chihuahua, luego de cuatro días de visita pastoral por los estados de México, Chiapas y Michoacán. El pontífice tendrá diversas actividades en la ciudad fronteriza, antes de regresar a Roma.
Francisco abandonó la Nunciatura Apostólica con acordes de mariachi, para dirigirse al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Ahí, fue despedido por el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, y la canciller Claudia Ruiz Massieu antes de abordar un avión de Aeroméxico que salió minutos antes de las 9:00 horas con dirección a Ciudad Juárez, a unos metros de la frontera con Estados Unidos.
El vuelo —unos 150 minutos— está previsto para aterrizar a las 10:00 horas (local) y media hora después, el pontífice visitará el centro penitenciario 3, donde permanecerá hasta las 11:30 horas.
A partir de las 12:00 horas, Francisco tendrá un encuentro de una hora con el Mundo del Trabajo en el Colegio de Bachilleres de Chihuahua. A las 13:15 llegará al Seminario Diocesano, donde permanecerá por dos horas.
La última actividad pública en la agenda de Francisco está programada a las 16:00 horas (local) con una misa ante migrantes y víctimas del crimen en el área de la feria de Ciudad Juárez.
Los traslados entre todos estos puntos serán en auto descubierto, es decir, en el tradicional papamóvil.
El papa abordará el vuelo de Aeroméxico que lo trasladará desde el aeropuerto de la Ciudad Juárez hasta Roma, Italia. El avión despegará a las 19:15 horas.
La visita pastoral
El líder de la Iglesia católica estuvo en el país seis días, en los que convivió con políticos en actos protocalarios, grupos vulnerables en hospitales y actos públicos, y con los fieles que lo esperaron cada día por la mañana y en la noche afuera de la nunciatura, a quienes pedía «recen por mí».
Francisco, “el papa de los pobres” —como le llamaron en Chiapas— hizo varios llamados a la Iglesia católica mexicana a evitar caer en la resignación, “convertirse en empleados de Dios”.
También pidió a los jóvenes alejarse del crimen organizado como una forma de vida;abrazó a familias mexicanas monoparentales y las divorciadas.
A los políticos en Palacio Nacional, les recordó trabajar para ofrecer «a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino».