Hasta la forma de divertirse ha cambiado, pasaron a la historia los baleros, las canicas, los carros y los boxeadores de madera, yoyos, las escondidas y los encantados
José HANNAN ROBLES
Para Carlos Ocampo Prieto las tradiciones y costumbres cambian conforme la sociedad evoluciona. En Oaxaca algunas tradiciones han sucumbido al paso del tiempo, las nuevas tecnologías, los intereses comerciales y los patrones culturales como el de Estados Unidos de Norteamérica que influye fuertemente por su cercanía a nuestro país.
Las celebraciones, como la calenda del día 24 de diciembre, que antes partían a una hora determinada de los templos, recorrían las calles de la ciudad hasta llegar al Zócalo, para posteriormente regresar con el Niño Dios a la misa de medianoche o Misa de Gallo, en los últimos años han iniciado su recorrido a partir de las cinco de la tarde.
Hace dos años dejaron de pasar por el Zócalo, porque pusieron unos postes en los accesos para evitar la entrada de vehículos.
Hasta la forma de divertirse ha cambiado, pasaron a la historia los baleros, las canicas, los carros y los boxeadores de madera, los yoyos, las escondidas, los encantados, la rayuela pintada en el piso para brincarla entre otros, comentó.
El promotor incansable de nuestras raíces culturales, señaló que para quienes se dedican al comercio, lo importante es vender los artículos que representan la modernidad de la celebración de que se trate, en esta temporada Santa Claus, el árbol de Navidad, que suplen a los Santos Reyes y al Nacimiento.
“Muchas de nuestras tradiciones y costumbres, prácticamente han desaparecido. En muchos templos ya no hacen las tradicionales posadas a las que asistían los niños del barrio o de las vecindades cercanas en compañía de su madre para pasear a los peregrinos, la Virgen María y San José, con cánticos y faroles”, recordó.
Antiguamente era común organizar las posadas en los hogares, las cantadoras entonaban la letanía en latín, se cargaban los peregrinos, se rompían piñatas, “ya todo esto ya se acabó, ahora si se invita a un niño no le llama la atención, porque en sus casas ya no les inculcan estas tradiciones”, criticó.
El entrevistado quien se dedica a confeccionar carros alegóricos, comentó que en otros años en el mes de diciembre, eran reservadas las fechas para que adornara los vehículos para las calendas del 24, donde la figura central era el Niño Dios, San José y la Virgen María acompañados de ángeles, muchos de ellos en vivo, es decir que los personajes eran representados por gente del pueblo, en este año a la fecha, no tiene ningún compromiso para realizar este tipo de trabajo.
Este fenómeno, precisó, se ha venido presentando a lo largo del año, poniendo como ejemplo que en septiembre en que las comunidades acostumbran adornar el carro de la América, no tuvo el arreglo de un solo vehículo.
Lo mismo sucedió el 20 de Noviembre, pues el año pasado -al igual que este- se suspendieron los desfiles deportivos.
Se pierden las tradiciones por alto costo de la vida
La pérdida de estas costumbres, consideró, tienen que ver mucho con la economía, pues tan solo el ornamento del carro tiene un costo aproximado de 3 mil pesos, a lo que se suma la renta del camión y lo que se paga por la banda de música.
Muchas de las tradiciones se están perdiendo por diversas causas, entre ellas, el detrimento de valores, el alto costo de la vida y la presencia de culturas de otros países, esencialmente la anglosajona, reveló.
Sin embargo, añadió, hay tradiciones y costumbres que están arraigadas en la gran mayoría de mexicanos como El Día de Muertos, aunque algunos celebran el Halloween por la influencia extranjera, y porque en las escuelas no les inculcan valores.
Ocampo consideró que los medios de comunicación deben darle la importancia que tienen las tradiciones, ya que generalmente las manejan superficialmente, algunos se inclinan por el Halloween.
El Gobierno debe destacar la cultura, la Dirección de Turismo debe poner en práctica estrategias para que los empresarios, la Iglesia y las autoridades apoyen nuestras tradiciones como las calendas de la noche del 23 de diciembre, La Procesión del Silencio en Semana Santa, La Samaritana, entre otras.
Al referirse a la Procesión del Silencio, refirió que 15 días antes del evento citan a los participantes para ver lo relacionado a su organización, cuando debería empezar a prepararse en las primeras semanas del nuevo año.
Recordó que junto con el sacerdote Pedro Osorio Delgado y la profesora Hortensia Vásquez de Lira, fue de los que hace 30 años iniciaron este evento religioso que atrae a propios y visitantes.
La primera Procesión del Silencio se hizo con cuatro imágenes cargadas en andas, el mayor número que han participado han sido 15 personas.
Este año la Procesión del Silencio se retrasó una hora por demora del Arzobispo, expuso.
Recordó que sus abuelos le platicaban del Carnaval que se llevaba a cabo en esta ciudad, el cual, el gobierno de Rodolfo Brena Torres trató de que resurgiera durante unos tres años, pero no tuvo éxito.
Hace algunos años se reinició con el apoyo del empresario Jaime Katz Morales, actual secretario de Turismo Municipal, denominándole Carnaval del Jardín del Pañuelito, hubo entusiasmo de la gente, se tuvo el apoyo de la Secretaría de Turismo estatal, “pero tampoco no se pudo continuar”.
“Se necesita entusiasmo y que los empresarios y autoridades suelten un poco de dinero, ya que también a ellos les favorece ya que un evento de este tipo bien consolidado atrae turismo”.
Reprueban actitud de dirigentes
Carlos Ocampo reprobó la actitud de los dirigentes de la Hermandad de los Estandartes, de la cual fue presidente durante tres años, que se oponen a que participen personas que no son de esta organización, llegando al grado de parar la marcha si la persona que lleva su estandarte, y consideran ajena, no se sale de la fila.
“Han dicho que yo tengo mi hermandad porque varios templos me han confiado sus estandartes”.
Citó que una persona muy devota mandó a hacer un estandarte de la esquina Chata, esquina de Libres y Abasolo donde se venera a la Virgen del Rosario, lo bendijo el padre Reyes Ochoa cuando celebró misa en ese lugar, pero no fue aceptado por la Hermandad de Estandartes, amenazando sus directivos que si no se salía de la columna la procesión no avanzaba.
Parece que las nuevas generaciones se avergüenzan de sus raíces e imitan modelos que están de moda, difundidos principalmente por la televisión, de ahí que nuestra cultura deba arraigarse desde los hogares, en las escuelas y con actividades del gobierno, expuso.
Mucha gente mira a un lado cuando se habla de nuestras tradiciones, lejos de estar orgullosos de sus raíces indígenas, de proceder de comunidades únicas por su belleza natural y templos y otras construcciones históricas, prefieren adoptar modernismos de otras latitudes.
Entre las tradiciones que se están perdiendo se encuentra la de Los Reyes Magos, que habla de los santos Reyes que llegaron de Oriente, siguiendo la estrella, a Belén, para ofrecerle regalos al Niño Dios.
Fiesta de La Candelaria, se celebra el 2 de febrero. En Semana Santa ya poca gente va a los templos, prefieren irse a las playas, la fiesta de Corpus Christi, entre otras.
