Míjail Kalashnikov, el diseñador de una de las armas más reconocidas del planeta -el fusil semiautomático AK-47- murió este lunes en su Rusia natal a la edad de 94 años.
De origen humilde, Kalashnikov empezó con el diseño del arma que llevaría su nombre cuando era un joven sargento en el ejército de la entonces Unión Soviética.
En 1947 creó un fusil sencillo, resistente y confiable que se convirtió en el arma de rigor de los ejércitos soviético y ruso, así como de decenas de otros países algunos que, inclusive, lo incorporaron en su bandera nacional.
Pero el AK-47 también se convirtió en un símbolo de revolución alrededor del mundo; estuvo en acción en los campos de batalla de Angola, Vietnam, Argelia y Afganistán. También fue compañero de ejércitos rebeldes en América Latina, como de las FARC y ELN en Colombia.
Grupos palestinos lo utilizaron con frecuencia y hay una célebre foto de Osama bin Laden ostentando el rifle con su característico cargador curvo.
La relativa simplicidad del diseño hizo que su manufactura fuera barata y su mantenimiento en el campo de batalla sencillo. Se convirtió en el fusil de asalto de mayor uso en el mundo.
Sin embargo, Kalashnikov, aunque recibió honores en Rusia, nunca hizo mucho dinero con su fusil y, en una ocasión, se quejó de que le hubiera ido mejor financieramente si hubiera diseñado una podadora de césped.