El doctor Rafael García Acevedo, responsable estatal del programa Paludismo de los Servicios de Salud de Oaxaca, precisó que desde hace 3 años no se registra ningún caso de paludismo
José HANNAN ROBLES
El paludismo o malaria es una infección parasitaria causada por protozoarios del género Plasmodium que se trasmite a los humanos por la picadura de las hembras infectadas de los mosquitos del género Anopheles.
El ser humano es un reservorio natural y el mosquito un trasmisor del Plasmodium, resumió el doctor Rafael García Acevedo, responsable estatal del programa Paludismo de los Servicios de Salud de Oaxaca.
Las cuatro especies de Plasmodium causantes del paludismo o malaria son: ovale, malariae, vivax y falciparum. El Plasmodium vivax es el que ha tenido presencia en Oaxaca en los últimos años, indicó.
En México, los parásitos Plasmodium falciparum y Plasmodium malariae han sido casi eliminados. Actualmente los principales trasmisores del paludismo son las especies Anopheles pseudopunctipennis, Anopheles albimanus y Plamodium Vivax, siendo este último el que persiste como la especie dominante trasmisor de la enfermedad en el país.
Los síntomas
Cuando el mosquito introduce a través de un piquete el parasito Plasmodium de una persona enferma a una sana, le produce fiebre elevada de entre 39 y 40 grados, escalofríos y sudoración profunda. Esta triada de síntomas es muy severa incapacitando al trabajador para que cumpla con sus labores.
Otras manifestaciones son fiebre, náuseas, dolor de cabeza y muscular.
Los síntomas del paludismo se presentan después de siete días de haber tenido lugar la picadura del insecto.
Si la enfermedad no se cura adecuadamente, puede producir recaídas. El enfermo después de haber sufrido un ataque de paludismo durante 15 o 20 días, puede no tener fiebre por un lapso de tiempo, pero también recaer a los tres, seis meses o un año, sin que le pique otro mosquito.
Hay pacientes en cuyo cuerpo permanece el parásito aunque no tengan síntomas o estos sean ligeros, convirtiéndolos en trasmisores durante varios años.
García Acevedo refirió que en los años 70, Oaxaca padeció casos de Plamodium falciparum que produce lesiones cerebrales severas pudiendo causar la muerte. Actualmente esta especie ya no existe en Oaxaca, al haber sido erradicada.
Sin embargo, advirtió que en nuestro estado podría tener presencia algún Plamodium de este tipo, que entre a través de la frontera con Chiapas, por medio de migrantes que representan un riesgo de trasmisión de la enfermedad, lo que obliga a tener una vigilancia estricta.
En Oaxaca predomina
el Plamodium Vivax
La especie predominante en los últimos 10 o 20 años, es el Plamodium Vivax, no se puede hablar de erradicación de éste, pero sí de interrupción de la enfermedad que ha permitido que en los últimos tres años no se haya presentado ningún caso en ninguna región de Oaxaca, anotó el responsable estatal del programa Paludismo.
La enfermedad puede evolucionar a través de los reservorios humanos, que son portadores de parásitos de paludismo sin presentar síntomas. Son posible fuente de infección para mosquitos, lo que se denomina inmunidad clínica. La persona puede sufrir la picadura de otro mosquito y puede instalar la retrasmisión, explicó.
Señaló el riesgo que conlleva la presencia de movimientos migratorios que tienen presencia en las zonas fronterizas, turísticas y polos de desarrollo económico.
Ante la estancia de poblaciones móviles en los distintos estados y la gente que procede del exterior, se requiere intensificar constantemente la vigilancia epidemiológica como un mecanismo para una mejor detección de casos de paludismo en migrantes, particularmente de origen centroamericano y de las zonas de alta endemicidad, así como para su tratamiento, incluyendo a los enfermos con baja parasistemia, cuyo diagnóstico se dificulta por la ausencia de signos y síntomas asociados a la enfermedad.
Los migrantes pueden llevar consigo parásitos de paludismo, de tal forma que un grupo puede llegar a un lugar donde se propicie la trasmisión, y aunque esté controlado el problema, representan un reservorio importante de parásitos que infectan al mosquito trasmisor.
Los mosquitos, en periodos anteriores, se hicieron resistentes a ciertos insecticidas, actualmente con los piretroides e insecticidas biológicos que se utilizan ha cambiado el sistema de rociado haciéndose susceptibles, es decir, no resistente a los insecticidas, cuando menos en un alto porcentaje, suficiente para ayudar a evitar la trasmisión.
Decisiva la participación
de los SSO
Los Servicios de Salud, han tenido una participación enorme en toda la historia del paludismo en Oaxaca, pues fue uno de los estados más afectados a nivel nacional, teniendo lugares muy específicos de renombre mundial por su gran incidencia parasitaria y el número de casos que han tenido en determinados años.
En 1988 se registraron 28 mil 852 casos, descendiendo con las actividades sanitarias.
Se ha controlado desde que se inició la campaña de aplicación de insecticidas que dieron buenos resultados en su momento, apuntó.
En 2012 se bajó a 262 casos, posteriormente, por circunstancias diversas, volvió a resurgir el paludismo y se volvieron a presentar miles de casos que fueron reduciéndose paulatinamente al ponerse en práctica diversas circunstancias.
A partir del año 2009, Oaxaca implementó no solo una atención mayor a través de la aplicación de insecticidas, y la participación comunitaria por medio de la promoción de la salud y educación que hacen los Servicios de Salud a todas las comunidades afectadas, sino se proporcionó atención especial a los enfermos bajo un esquema bien estructurado y muy específico, con lo cual se logró descender en 2009 a mil casos de paludismo, no obstante nuevamente se elevó la curva y se vino la situación abajo.
Con las estrategias antipalúdicas, sobre todo terapéuticas, se redujo a 167 casos, luego a 28 y 12, y en 2013 a uno.
Tres años sin paludismo
El entrevistado aseguró que se están cumpliendo tres años de no tener un solo caso de paludismo, es decir, se ha interrumpido, pero no se ha erradicado porque esto significaría que nunca se volvería a presentar la enfermedad, lo que no se puede afirmar.
Los Servicios de Salud ofrecen atención a la población a través de un sistema de vigilancia epidemiológico, que permite estar alerta a través de todas las unidades de salud y sus notificantes para detectar cualquier caso que pueda provenir de Chiapas, Centro América e inclusive de América del Sur o de la raza africana de otras naciones.
De esta manera habrá la oportunidad de atender a las personas oportunamente para evitar que se reinstale nuevamente la trasmisión y se den brotes o grandes epidemias de paludismo.
El gran reto es mantener una vigilancia epidemiológica que permita detectar los casos oportunamente para atenderlos de forma inmediata a través de las medidas puestas en marcha por los Servicios de Salud de Oaxaca, que incluye diagnóstico parasistoscópico, ya que el paludismo es una enfermedad que se confirma a través del laboratorio.
Una vez notificada la enfermedad, se visita al paciente y a sus familiares para hacer un anillo de protección alrededor de la situación y aplicar las medidas preventivas.
Finalmente el médico afirmó que los medicamentos son cien por ciento eficaces para curar al enfermo, a sus convivientes y a los sospechosos de paludismos que pudieran haber a su alrededor.
