El IEEPO cuenta con una guía que abarca 17 y 18 padecimientos en escolares
Jazmín GÓMEZ
Fotos: Jairo ARAGÓN
Entre 17 y 18 es el número de enfermedades más comunes entre escolares y con las cuales se tiene que trabajar de manera preventiva a través de la detección oportuna de las mismas, afirmó Benigno Cabrera Cabrera, responsable del programa Escuela y Salud del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca.
Expuso que la pediculosis, el dengue y la hepatitis son algunas de esas enfermedades más comunes que se registran en las 13 mil escuelas de nivel básico con las que se cuenta en el estado de Oaxaca, en donde muchas veces la falta de información permite que esas enfermedades se propaguen.
“El instituto cuenta con una guía que abarca aproximadamente entre 17 y 18 enfermedades en escolares, entre ellas están la hepatitis, el sarampión, la rubiola, la influenza, la pediculosis, la sarna o escabiosis, entre otras”, precisó.
Indicó que la guía, la cual se pretende distribuir en todas las escuelas, contiene los síntomas de cada enfermedad para que maestros y maestras puedan detectar oportunamente conforme al comportamiento del alumno o la alumna si padece alguna enfermedad y enviarlo de inmediato al centro de salud más cercano.
Mencionó que la guía contiene síntomas del dengue y la chikungunya que si bien no se presenta tanto en escolares se puede prevenir para que se evite un brote por ellas, todo esto en coordinación con los Servicios de Salud de Oaxaca.
El funcionario explicó que existe una estrecha coordinación entre el sector salud y el sector educativo para que ante un alumno enfermo se detecte a tiempo y se impida que avance la enfermedad, que generen brotes que además implica mayor gasto para el sector salud.
“Ya tuvimos casos de brote de hepatitis, como en la comunidad de la Reforma en Teotitlán de Flores Magón, afortunadamente se atacó y se contuvo con el apoyo de los Servicios de Salud; asimismo hemos tenido brotes de pediculosis, que son los más comunes”, reveló.
Expresó que lo importante es realizar medidas preventivas, que el instituto se ha tomado en serio con la impresión de una guía de enfermedades frecuentes en escolares que se busca distribuir en las 13 mil escuelas de nivel básico para que docentes tengan los elementos necesario para detectar si un alumno podría tener alguna de esas enfermedades.
“Pretendemos que cada escuela cuente con al menos una guía para que conozcan sobre las enfermedades que afectan al escolar, pues es necesario trabajar más en la prevención que resulta más barato que trabajar en la cura, cuando una enfermedad se ha desarrollado”, dijo.
El responsable del programa Escuela y Salud del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca comentó que se han conformado también 18 comités interinstitucionales en donde el instituto y los servicios de salud están trabajando de manera coordinada con la participación de escolares, madres, padres de familia y maestros.
“Una actividad que desarrollamos es la difusión y prevención ya sea a través de materiales impresos o audiovisuales, en las escuelas. Un ejemplo que podemos dar es la difusión de medidas preventivas para el dengue o la chikungunya, porque nosotros sabemos que a través de recados escolares se puede llevar a madres y padres de familia todos estos elementos que permitan detectar las enfermedades a tiempo”, puntualizó.
Pediculosis
De acuerdo al Ministerio de la Salud, la pediculosis es:
Una enfermedad causada por unos insectos pequeños, aplanados y sin alas denominados piojos, que produce complicaciones dermatológicas en el cuero cabelludo, cabello y cabeza. Es muy común entre los niños, aunque puede afectar a personas de cualquier edad.
Los piojos son parásitos que pasan del estado de ninfa o larva a piojo adulto en 3 semanas. Suelen vivir alrededor de 30 días, y durante ese tiempo cada hembra es capaz de poner cerca de 200 huevos o liendres.
Cuando el piojo pica para alimentarse de sangre a través del cuero cabelludo, inyecta una toxina que es irritante y anticoagulante. El rascado provoca heridas en la piel de la cabeza que pueden a su vez infectarse o generar problemas más serios.
Su transmisión:
Los piojos no son capaces de saltar ni volar. El contagio se produce mediante el contacto de una persona infectada con este parásito, o con algunos de sus elementos de uso personal donde se encuentra el parásito adulto (por ejemplo: peine, cepillo, vestimenta, almohada, etc.). Los piojos se trasladan a la cabeza y/o ropas de la otra persona, y la infectan.
Síntomas:
El síntoma más frecuente es la picazón en la nuca y detrás de las orejas.
Para detectar la pediculosis en una persona, se debe revisar su cuero cabelludo, separando el cabello ordenadamente mechón por mechón, debajo de una buena luz (la ideal es la luz solar), en busca de insectos adultos o liendres.
Las liendres (huevos) tiene la forma de conitos invertidos perlados, de aproximadamente 5 mm de largo, color gris amarillento cuando tiene pocos días de vida, y marrón oscuro cuando están por incubar. Las mismas están muy adheridas al pelo (las hembras de los piojos los pegan a menos de un centímetro de la raíz del pelo). Por regla general, aquellas que se encuentran a más de 5cm del cuero cabelludo ya están vacías y toman un color blanquecino.
Su tratamiento:
Si se detectan piojos en un niño o adulto, es muy importante NO utilizar sustancias peligrosas (como kerosén, insecticidas órgano fosforados, etc.). Estos elementos pueden ser extremadamente tóxicos para la salud.
Lo ideal es la consulta con el pediatra o dermatólogo para que sea él quien indique el tratamiento más adecuado para eliminar tanto a la población adulta de piojos como a su cría (huevos y larvas).
Consejos:
– Lavar la ropa usada en el día con agua caliente (guardapolvo, bufanda, camisas, etc.)
– Pasar aspiradora en sillones, asientos de auto.
– Cambiar la ropa de cama y lavarla con agua caliente.
– Lavar los juguetes de uso diario.
– Lavar con agua caliente los peines y cepillo de uso diario.
Prevención:
– Revisar diariamente la cabeza de los niños y pasando el peine fino de metal.
– Evitar compartir elementos que están en contacto con el pelo (hebillas, peines, vinchas, almohadas, abrigos).
– La aplicación de vinagre sobre el cuero cabelludo no es tóxica y puede ser de utilidad ya que ayuda al desprendimiento de las liendres del pelo.