El escritor colombiano, Alberto Salcedo Ramos habló también sobre el narcotráfico en México y Colombia
Jazmín GÓMEZ
El escritor colombiano, Alberto Salcedo Ramos, en su visita a Oaxaca afirmó que el tema del narcotráfico en México y Colombia tiene que ver con lo excluyente que son los países, pues se puede morir un narcotraficante y de inmediato surge otro.
Expresó que detrás del fenómeno del narcotráfico existe una explicación profunda más allá de un grupo de “malos”, un tema que tiene que ver con la formación de los países, en donde también tiene que ver la perversión del mercado del narcotráfico.
“Colombia y México te ponen la droga y en Estados Unidos ponen las fosas nasales, entonces al final a nosotros nos queda solo el estigma”, expresó el autor de las crónicas de Los Ángeles de Lupe Pintor.
Detalló que Milton Friedman, premio nobel de economía, explicaba de manera inteligente y con argumentos, de una forma sólida lo que mejorarían algunos países si no tuvieran que estar detrás de la penalización de las drogas.
“El temor de los ortodoxos es que si legalizan la droga va a haber más consumidores, pero el Wisky es legal y eso no significa que haya más personas alcohólicas, la gente lo es con esa legalidad o no”, expresó el escritor.
Sobre las acciones de narcotraficantes contra periodistas, para pretender acallar voces, Alberto dijo que forma parte de una concepción hegemónica del poder, tener poder para mandar a callar a quien estorbe en el camino.
“Todo el mundo reproduce ese modelo de poder, hasta el narcotraficante. ¿Qué nos hace pensar que si el político poderoso quiere acallar la voz del periodista, el narco va a dejar que esa voz se escuche? El narco es el modelo del poder en el que él ha crecido, el narco ha crecido en un mundo en donde el que tiene el poder manda a callar a quien no lo tiene”, afirmó.
En este sentido expuso que el gremio periodístico está en desventaja, porque es visto por grupos de poder como fuera de su mundo, con tenis, sin escoltas y a pie; y es difícil pensar que una persona así atente contra lo que alguien representa.
Es necesario ese alguien que escriba del horror
El ganador de premios como el Premio Internacional de Periodismo Rey de España y el Premio Ortega y Gasset de Periodismo, abundó que las y los periodistas son necesarios para que escriban también del horror, de la tragedia.
Expresó que es lamentable, en épocas donde la tecnología está avanzando de manera acelerada, que muchas veces se esté más al pendiente de lo que pasa en redes sociales que de lo que ocurre en el parque, periodistas tienen que buscar esas historias para contar.
Mencionó que en Colombia entre los años 80 y 90 con el narcoterrorismo de Pablo Escobar, había ocasiones en que no se sabía si amanecerías vivo o muerto, se vivía entre la zozobra, eso le permitió escribir para nombrar ese horror, dejar testimonio de lo que ocurría.
Por otra parte se dijo amante del boxeo, de lo que tiene varias crónicas, que representa una metáfora de la lucha del hombre por la supervivencia, pues cuando suena la campana al boxeador lo dejan solo y la derrota es intransferible.
En el boxeo, apuntó, se pierde solo, es dramático, pero además se trata de un héroe abandonado que no le interesa a nadie más que al periodista fisgón que quiere saber lo que se siente perder ante 60 mil personas.
El también autor de “Los golpes de la esperanza”, expresó que lo interesante de escribir crónica es que nunca encuentra la misma historia, se queda en un lugar mucho tiempo hasta que la historia lo sorprenda.
Destacó que siempre procura desprenderse de la idea original, trabajar en contra de sus prejuicios, en contra de sus expectativas, siempre buscando dinamitar lo que espera y dejar que la realidad lo sorprenda, para ello habla con una persona las veces que sea necesaria, sale a comer con ella, juega billar con ella si es necesario.
El buen periodista, reveló, se tiene que quitar el síndrome del turista, dejar de esperar que en 10 minutos aparezca la nota de su vida y en ese sentido un tema tiene que producir primero ganas y el periodista tiene que confiar en él.
“Si un tema te saca de donde estás y te lleva a la computadora es porque tiene gran poder de motivación, te excita el tema, déjalo fluir”, refirió y expresó que esos temas que de los que no se puede dejar de pensar, en esos se tiene que escribir.
Abundó que cuando decide hablar de un personaje va siempre sin reflectores, a hablar con el personaje, verlo, oírlo, acompañarlo y a estar con él pues cuando se llega con una grabadora es el intruso inevitablemente, el día siguiente igual, pero cuando ya se fue mucho hay una confusión con el paisaje y el entorno, el personaje deja la suspicacia y la incomodidad.
Afirmó que coincide con Guillermo Prieto en que el periodismo se ha convertido en rehén de entrecomillado, todo mundo busca la frase para el twitter, el Facebook o para el titular del periódico del día, a él no le interesa esa frase sino lo que hay detrás.
“Los periodistas hacemos tantas preguntas que no oímos las respuestas, hay periodistas que están frente a personaje pero no están dialogando, están monologando porque están hablando consigo mismo. Tienes una pregunta, el personaje contesta y te desentiendes de lo que dice el personaje porque estás pensando en la siguiente pregunta”, explicó.
Puntualizó que se debiera hacer un periodismo en donde la pregunta no sea una cárcel, en donde el periodista pueda moverse por la realidad sin que las preguntas lo atajen, que pueda estar con el personaje, verlo desnudo, conversar con él.
“Los periodistas hacemos tantas preguntas que no oímos las respuestas, hay periodistas que están frente a personaje pero no están dialogando, están monologando porque están hablando consigo mismo”
Alberto Salcedo Ramos
Escritor colombiano
