Para desafiar y disipar los prejuicios contra el islam y lanzar un mensaje de paz, cerca de 40,000 musulmanes se dieron cita en el Reino Unido, en la convención Jalsa Salana, un encuentro anual en el que la perseguida comunidad Ahmadía invita al mundo a conocer más sobre su religión.
Con motivo de la mayor convención musulmana de este país, imanes de la comunidad Ahmadía y participantes en el encuentro hablaron con Efe acerca de la religión y sobre cómo eliminar los conceptos erróneos relacionados con la fe islámica.
El multitudinario evento, que reunió a musulmanes de más de un centenar de países en Alton (Inglaterra), arrancó con la divulgación de una encuesta según la cual casi la mitad de los británicos tiene opiniones negativas sobre el Islam y piensa que es incompatible con los valores del Reino Unido.
Dos jóvenes imanes británicos, Farhad Ahmad y Sabah Ahmedi, coincidieron en la necesidad de que políticos y medios de comunicación se impliquen para eliminar actitudes como la islamofobia de la sociedad.
«Una de las razones por las que la noción de que el islam es una religión violenta está tan extendida se debe a la amplia cobertura que reciben los grupos terroristas, que es desproporcionada tanto para los extremistas del mundo en general como en relación con la positiva que se difunde sobre los musulmanes«, señaló Ahmedi.
Con respecto a la implicación de los políticos en los discursos discriminatorios, el imán Ahmad resaltó que «su papel en la sociedad es crear paz y armonía y no pueden hacerlo si están demonizando a los musulmanes o a cualquier otro grupo de personas”.
Durante el evento, que contó con la presencia del califa y líder de la comunidad Ahmadía, Mirza Masroor Ahmad, se discutieron cuestiones como el extremismo, el papel de la mujer en la sociedad y los conflictos en el mundo.
En su intervención, el líder de la comunidad indicó que su religión insiste en que todas las personas deben ser tratadas con amor y afecto: «El islam enseña que debes cuidar incluso a los hijos de tus enemigos«, subrayó.
Banderas de más de un centenar de países se izaron en la convención, en representación de los asistentes de distintas partes del mundo que participaron en el evento.
Entre ellos Marwan Sarwar Gill, imán argentino de la comunidad Ahmadía, para quien «el islam se puede resumir en seis palabras: amor para todos, odio para nadie”.
Sarwar destacó la necesidad de que en España y en Latinoamérica se difundan «las enseñanzas pacíficas y verdaderas del islam» y se refirió al trabajo que misioneros y teólogos de la comunidad están realizando en esta dirección.
Por su parte, Taseen Ahmad, musulmán ahmadí de España, aseguró que el mensaje del Islam es que «el ser humano pueda desarrollar su espiritualidad dentro de una sociedad de paz y amor» y consideró que superar la islamofobia es un problema de «concienciación» de la sociedad en el que deben de tomar parte los medios de comunicación.
El evento contó con la presencia del político socialista español Antonio Miguel Carmona que denunció en urdu, lengua oficial de Pakistán, la persecución que sufren los ahmadíes en diferentes países e instó a Naciones Unidas a intervenir contra los ataques que reciben de integristas islámicos.
«La comunidad ahmadí es un buen colectivo y estoy muy feliz de estar aquí en la convención«, añadió el exconcejal del Ayuntamiento de Madrid.
Actualmente se estima que unos 10 millones de personas de 200 países pertenecen a esta confesión, que es perseguida en lugares como Pakistán, país con mayor número de seguidores, y está formada por los musulmanes que creen en el mesías Mirza Ghulam Ahmad, quien fundó la comunidad en 1889 en la India.
Al menos 5,000 jóvenes voluntarios trabajaron en el campo británico de Alton, que durante tres días se convirtió en una gran ciudad con carpas gigantes, en las se realizaron distintas actividades y se sirvieron rotis frescos, un plato tradicional indio, y comidas calientes gratis para todos los asistentes.
En el evento también se pudieron visitar varias exposiciones, así como contemplar el proyecto interactivo Al-Qalam, un Corán escrito a mano por más de 6,000 musulmanes y no musulmanes, para demostrar su compromiso por construir una sociedad pacífica y en armonía